Lufthansa registro en el tercer trimestre un beneficio neto de 1.095 millones de euros, lo que supone un 8% menos que en el mismo periodo del año pasado. La aerolínea más grande de Alemania se ha visto afectada por el aumento de los costes y los retrasos en la entrega de aviones.
"Los retrasos en las entregas de aviones, los problemas de puntualidad en nuestros centros de operaciones en Alemania y las desventajas regulatorias están afectando a nuestra marca principal", ha destacado Carsten Spohr, presidente del Consejo de Administración y CEO.
Entre julio y septiembre, su facturación creció un 5%, hasta los 10.738 millones de euros, registrando la mayor facturación trimestral de su historia.
El beneficio operativo fue de 1.300 millones de euros, un 9% inferior al de un año antes.
En los nueve primeros meses del año, Lufthansa obtuvo un beneficio neto de 830 millones de euros, un 48% menos, mientras que los ingresos crecieron un 5%, hasta los 28.137 millones de euros. El beneficio antes de intereses e impuestos (ebit) se redujo un 44%, hasta los 1.249 millones de euros.
En cuanto a la ocupación, hasta septiembre, volaron con las aerolíneas del grupo 100,6 millones de pasajeros, un 8% más, con lo que operaron al 83,4% de su capacidad.
Spohr ha calificado la temporada de viajes de verano como "muy fuerte, con un índice de ocupación récord del 88% en agosto. La demanda mundial se mantiene intacta y las reservas para el cuarto trimestre también se encuentran en un nivel alto en comparación con el año anterior, especialmente en las clases premium", ha dicho.