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Lloyds Bank ha presentado los resultados del primer semestre de 2022, un período que ha cerrado con una reducción de más de un cuarto (-27%) del beneficio cosechado en los primeros seis meses del año anterior. Así, las ganancias de Lloyds se reducen hasta los 2.826 millones de libras esterlinas desde los 3.865 millones conseguidos entre enero y junio de 2021.
Con todo, los ingresos han repuntado fuertemente, hasta un 13%. Las ventas de Lloyds se han incrementado desde los 7.544 millones de libras hasta los 8.451 millones, algo que le ha valido a sus títulos para coger impulso en el mercado. Las acciones de Lloyds avanzan alrededor de un 4% en la sesión de este miércoles.
El consejo de administración ha propuesto también el reparto de un dividendo ordinario a cuenta de 80 peniques por acción, lo que supone un aumento del 20% respecto al año anterior y cuya cantidad asciende hasta los 550 millones de libras.
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El BCE y la JERS avisan sobre las pérdidas financieras por el riesgo climáticoEn el trimestre, el resultado es similar. Los beneficios se recortan desde los 2.468 millones de libras de junio de 2021 hasta los 1.622 millones en este último período, mientras que los ingresos aumentan 400 millones de libras: desde los 3.900 millones hasta los 4.339 millones de libras.
En cuanto a los gastos, se han reducido ligeramente en el semestre, un 3%. Así, los costes de Lloyds se sitúan en los 4.328 millones de libras desde los 4.478 millones del pasado junio; con todo, los costes operacionales han aumentado un 5% desde el segundo semestre de 2021, pasando de los 4.053 millones a 4.249 millones. En el trimestre, los gastos totales se han reducido casi 200 millones de libras hasta los 2.178 millones y los costes operacionales han aumentado más de 100 millones de libras, hasta los 2.151 millones.
Asimismo, el margen de interés neto bancario aumentó en 27 puntos básicos, desde el 2,5% hasta el 2,77%. El banco destaca que la calidad de los activos “sigue siendo sólida, la cartera está bien posicionada en el contexto de las presiones del coste de la vida”.
Además, el grupo incurrió en un cargo por deterioro de 377 millones de libras esterlinas relacionado con un cargo por bajo rendimiento observado, así como un ajuste de 95 millones de libras esterlinas a la evaluación de las perspectivas económicas. Entre los riesgos adicionales figuran los efectos de la subida de la inflación y de los tipos de interés.
Teniendo en cuenta estas cifras, Lloyds ha mejorado su ‘guidance’ para 2022, un ejercicio en el que ahora espera que el margen de interés bancario sea superior a 280 puntos básicos y que la ratio de calidad de los activos sea inferior a 20 puntos básicos, además de que la generación de capital sea superior a 200 puntos básicos.
El grupo también estima que el rendimiento de los fondos propios tangibles ascienda hasta el 13%, mientras que cree que los costes operativos se mantendrán en los 8.800 millones de libras y que los activos ponderados por riesgo sean de unos 210.000 millones de libras.
"En febrero anunciamos una ambiciosa estrategia para transformar nuestro negocio, generar una trayectoria de crecimiento más fuerte y permitir que el grupo ofrezca rendimientos más altos y sostenibles. Aunque el mundo ha cambiado significativamente desde febrero, nuestro enfoque estratégico sigue siendo claro y disciplinado”, explica Charlie Nunn, consejero delegado de Lloyds.
El CEO considera que los “sólidos resultados financieros” demuestran “la resistencia de nuestro modelo de negocio y las relaciones con los clientes, y nos han permitido mejorar las previsiones para 2022”. “Al igual que seguimos estando bien situados para soportar la actual incertidumbre macroeconómica y continuar generando un capital significativo para nuestros accionistas, también seguimos comprometidos con mantener el apoyo que damos a nuestros clientes cada día para que se adapten a los retos a los que se enfrentan”, concluye Nunn.
VALORACIÓN DE LOS EXPERTOS
Los expertos indican que el banco radicado en Birmigham se ha beneficiado de las subidas de tipos de interés y de la continua recuperación de la actividad de los clientes. Sophie Lund-Yates, analista de renta variable de Hargreaves Lansdown, cree que estas cifras muestran que “los cargos por deterioro parecen grandes sobre el papel, pero en realidad fueron de naturaleza bastante benigna”.
“Esto, combinado con la mejora del perfil de eficiencia, es un buen augurio para los futuros rendimientos. El marco está preparado para una rentabilidad mucho mayor, lo que aumenta el abismo entre las expectativas y la valoración del grupo, lo que podría preparar el terreno para nuevas recompras”, añade esta experta.
“La cartera de hipotecas aumentó en más de 3.000 millones de libras, ya que el boyante mercado inmobiliario del Reino Unido ayudó al grupo bancario nacional. Como tendencia a largo plazo, esto debería verse como un activo fuerte, pero vale la pena tener en cuenta que una fuerte sacudida económica puede quitarle fuerza al corretaje de hipotecas a medio plazo”, sentencia Lund-Yates.
Por su parte, Michael Hewson, jefe de análisis de mercados en CMC Markets UK, cree que el mercado está infravalorando las acciones de Lloyds. “Tras un repunte inicial por encima de los 50 peniques, las acciones han sufrido un retroceso debido a la combinación de la preocupación por las perspectivas económicas y la subida de los tipos de interés, que ejercen presión sobre una de sus áreas de negocio clave, el mercado inmobiliario”, explica.
“Hasta ahora no ha habido pruebas de ello, con una reticencia por parte de los mercados a impulsar las acciones al alza, a pesar de que el banco se encuentra en una posición eminentemente más fuerte en cuanto a balance que antes de la pandemia, cuando las acciones estaban en las alturas mucho más optimistas de 60 peniques”, continúa Hewson.
Para este experto, “no parece haber nada en estas cifras que sugiera que el consumidor británico se encuentre en una situación financiera significativa, a pesar de las difíciles perspectivas económicas”. “No obstante, la dirección hace bien en mantener la cautela ante las incertidumbres a las que se enfrenta la economía británica, aunque sigue siendo optimista sobre las perspectivas para todo el año”, concluye.