El beneficio de JP Morgan en el primer trimestre de 2023 ha repuntado con fuerza hasta los 12.600 millones de dólares. Según ha comunicado el banco neoyorquino, esta cifra supone prácticamente triplicar el beneficio conseguido en el mismo período del año anterior (4.300 millones de dólares) y casi multiplicar por ocho las ganancias del anterior trimestre (1.600 millones de dólares).
“Seguimos generando cantidades considerables de capital, y nuestra ratio CET1 aumentó hasta el 13,8%, frente a un requisito reglamentario del 12,5% y nuestro objetivo del 13% para el primer trimestre (que ya habíamos superado). Nuestros años de inversión e innovación, nuestro vigilante marco de riesgos y controles, y nuestro sólido balance nos han permitido obtener estos rendimientos, además de actuar como un pilar de fortaleza en el sistema bancario y estar al lado de nuestros clientes en un periodo de gran volatilidad e incertidumbre”, ha señalado Jamie Dimon, consejero delegado y presidente de JP Morgan.
Asimismo, los ingresos han repuntado fuertemente hasta los 39.600 millones de dólares y han superado las expectativas del consenso, que los situaban en los 36.100 millones de dólares. Según la compañía, las ventas aumentaron más de un 400% en comparación con el primer trimestre de 2022 (7.700 millones de dólares) y un impresionante 930% respecto al anterior trimestre (3.800 millones de dólares).
Tras conocerse estas cifras, las acciones del banco neoyorquino se han disparado en la sesión de Wall Street, y han registrado una ganancia del 7,55%.
Por líneas de negocio, la banca de consumo experimentó un aumento del 80% del beneficio hasta los 5.243 millones de dólares gracias a que el gasto de los consumidores se mantuvo “saludable” y al aumento combinado del 10% en las ventas de tarjetas de débito y crédito y del 21% en los préstamos con tarjeta.
En la banca corporativa y de inversión, el beneficio aumentó un 1% hasta los 4.421 millones de dólares y los ingresos se mantuvieron estables en los 13.600 millones de dólares. Los ingresos del segmento cayeron un 4% “frente a un año anterior muy fuerte”, mientras que las comisiones del segmento Banca de Inversión Global “siguieron siendo un reto para el sector”.
En cuanto la banca comercial, JP Morgan obtuvo unos ingresos récord, especialmente en el segmento Pagos (+98%), y se situaron en los 3.511 millones de dólares (+46%). Además, las ganancias de este segmento aumentaron un 58% hasta los 1.347 millones de dólares.
Según Dimon, la economía estadounidense sigue gozando de buena salud, ya que “los consumidores siguen gastando y tienen balances sólidos, y las empresas están en buena forma”. Sin embargo, advierte el CEO, sigue habiendo “nubarrones” en el horizonte, algunos de los cuales se observan “desde hace un año”, y las turbulencias del sector bancario se han sumado a estos riesgos.
“La situación bancaria es distinta de la de 2008, ya que ha implicado a muchos menos agentes financieros y menos problemas por resolver, pero es probable que las condiciones financieras se endurezcan a medida que los prestamistas se vuelvan más conservadores, y no sabemos si esto frenará el gasto de los consumidores”, ha explicado el presidente de JP Morgan.
Asimismo, Dimon ha señalado que en la firma neoyorquina siguen pendientes de una inflación “potencialmente más alta durante más tiempo (y, por tanto, de unos tipos de interés más altos)”, así como del impacto inflacionista del estímulo fiscal continuado, del endurecimiento cuantitativo “sin precedentes” y de las tensiones geopolíticas entre China y EEUU y la guerra de Ucrania.
“Aunque esperamos que estos nubarrones se disipen, la firma está preparada para una amplia gama de resultados, y confiamos en poder atender las necesidades de nuestros clientes en todos los entornos”, ha añadido.