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Grifols ha presentado un beneficio neto de 59 millones en 2023, cifra que supone un 71,5% menos que en 2022, cuando presentó un beneficio neto de 208 millones.
La compañía farmacéutica, que se encuentra pendiente de una investigación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre sus prácticas contables, ha explicado que "excluyendo los gastos extraordinarios relacionados con los costes de reestructuración, el beneficio neto alcanzaría 206 millones de euros".
Por su parte, los ingresos anuales crecieron a un ritmo del 8,7%, hasta 6.592 millones de euros. El resultado de explotación, Ebit, bajó un 0,8%, hasta 1.023 millones de euros.
Además, el ratio de apalancamiento se ha reducido hasta 6,3 veces el Ebitda. "Los ingresos procedentes de la desinversión del 20% de la SRAAS se utilizarán íntegramente para amortizar deuda y reducir el apalancamiento", ha anticipado la empresa. El objetivo es reducir progresivamente ese ratio hasta 4 veces. Excluyendo el impacto de la NIIF 167, la deuda financiera neta es de 9.420 millones de euros.
En este sentido, Grifols "espera hacer frente a sus vencimientos de 2025 en el primer semestre de 2024 y tratará de hacerlo de manera eficiente. Para ello, la compañía tendrá en cuenta tanto los fondos procedentes de la venta prevista como las diversas opciones de que dispone, incluida la refinanciación de estos vencimientos sin dejar de ser consistentes con los objetivos de desapalancamiento".
PREVISIONES PARA 2024
Para 2024, Grifols ha anticipado que sus ventas aumentarán a un ritmo del 7%, y que su Ebitda ajustado se situará en niveles de 1.800 millones de euros, con un margen Ebitda ajustado entre el 27% y el 28%.