La compañía eléctrica alemana E.ON ha logrado un beneficio neto atribuido de 584 millones de euros en el primer trimestre del año, frente a las pérdidas por importe de 72 millones de euros que contabilizó en el mismo período de 2023.
Con todo, según ha informado este miércoles, las ventas han caído en un 33% interanual, hasta 22.641 millones de euros.
Por segmentos, el negocio de comercio minorista de energía fue el que aportó la mayor parte de la cifra de negocio de E.ON, el 73,8% del total, aunque se contrajo en un 40% desde el año anterior.
En tanto, por el negocio de redes de energía, la eléctrica alemana facturó 5.085 millones de euros, un 15% más que en el mismo período del año anterior.
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado ha sido de 2.745, un 1% superior al alcanzado por la compañía en los tres primeros meses de 2023.
La cifra de inversiones ha crecido en un 24% interanual, hasta los 1.288 millones de euros. La mayor partida se destinó a redes de energía, donde la cantidad invertida aumentó en un 16,4%.
La deuda neta de la compañía se elevó hasta 39.496 millones de euros, en torno a un 4,8% más que al cierre de diciembre de 2023, cuando era de 37.691 millones de euros.