El Corte Inglés ha registrado un beneficio bruto de 234 millones de euros en el primer semestre del año fiscal, cifra que contrasta con las pérdidas operativas de 131 millones del mismo periodo del año anterior.
Los ingresos han aumentado un 25,1% respecto al semestre equivalente de 2020, situándose en 5.503 millones de euros, a pesar de la ausencia de turismo y de las restricciones que todavía persistieron durante gran parte del periodo, especialmente en el primer trimestre. Las ventas en retail alcanzaron los 5.418 millones de euros, situándose en niveles de 2019 salvo el impacto del turismo.
La evolución positiva del Grupo esá impulsada principalmente por la mejora del negocio minorista (con un incremento de 917 millones de euros), donde destaca la notable recuperación del área de moda. Asimismo, la optimización de la gestión en el Grupo ha permitido una mejora del margen bruto de 2,7pp, hasta el 30,2%. Las acciones llevadas a cabo por la dirección han permitido también mantener el mismo nivel de costes que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone una reducción de costes sobre ventas de 5,6p.p.
Respecto a la deuda neta, se ha incrementado ligeramente hasta situarse en 3.940 millones de euros debido al efecto de los pagos extraordinarios (plan de desvinculaciones voluntarias de empleados, impuesto de grandes superficies, diversas actividades inversoras). Sin contar estos extraordinarios, la deuda neta se habrá reducido en 213 millones de euros.
En cuanto al comienzo del segundo semestre del año fiscal, ha registrado un fuerte impulso de las ventas minoristas que se han situado en niveles de 2019. Además de su poder de negociación con los proveedores, el Grupo ha implementado medidas para garantizar el abastecimiento a lo largo de los próximos meses.