Durante 2022, el beneficio neto de Heineken se redujo un 19,3%, hasta los 2.680 millones de euros, frente a los 3.320 millones de euros logrados en 2021. Los ingresos aumentaron un 30,9%, hasta los 28.720 millones de euros, mientras que las ventas de cerveza crecieron un 6,9%.
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Todas las regiones contribuyeron con un crecimiento orgánico de dos dígitos. El crecimiento de las ventas fue liderado por la fuerte recuperación de Asia Pacífico en la segunda mitad del año, la reapertura del comercio en Europa en la primera mitad después de las restricciones relacionadas con COVID del año pasado y el crecimiento continuo en América y África, Oriente Medio y Europa del Este.
"Me complace que obtuvimos un conjunto sólido de resultados en 2022 en un entorno volátil y continuamente desafiante, creciendo por delante de la categoría de cerveza en la mayoría de nuestros mercados", ha señalado el director general de Heineken, Dolf van den Brink.
Ha destacado que la empresa obtuvo "un crecimiento equilibrado a medida que establecimos precios de manera responsable, dimos un paso más en nuestro programa de productividad y continuamos invirtiendo en nuestras marcas y capacidades. En comparación con 2019, el volumen ahora se ha recuperado por completo".
No obstante, reconoce que para 2023 "las perspectivas económicas mundiales seguirán siendo desafiantes. Continuaremos invirtiendo, mientras nos mantenemos disciplinados en precios y costes".
El Consejo de Administración de Heineken ha propuesto el pago de un dividendo correspondiente a 2022 de 1,73 euros por acción.
