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La firma de moda de lujo Kering, dueña de marcas como Yves Saint Laurent, Gucci o Balenciaga, disminuyó en 2020 su beneficio neto atribuido en un 6,9% respecto al ejercicio del año anterior, lo que se traduce en un total de 2.150,4 millones de euros en el conjunto del año, según ha informado este miércoles la propia compañía tras publicar sus cuentas anuales.
François-Henri Pinault, presidente y consejero delegado de la firma, ha subrayado que lograron "una buena recuperación en la segunda mitad del año, protegimos nuestros márgenes al tiempo que seguíamos invirtiendo en nuestras marcas y plataformas de crecimiento, nuestra generación de flujo de caja siguió siendo elevada y fortalecimos aún más la estructura financiera del grupo".
La facturación entre enero y diciembre fue de un total de 13.100,2 millones de euros, lo que equivale a una contracción del 17,5% con respecto a los ingresos contabilizados en 2019. El descenso ha sido consecuencia de las restricciones sobre el comercio minorista que se aplicaron para poner freno a la pandemia del Covid-19 en gran parte del mundo durante el año pasado.
Por marcas, los ingresos de Gucci fueron de 7.440,6 millones de euros, un 22,7% menos, mientras que los de Yves Saint Laurent cayeron un 14,9%, hasta 1.744,4 millones de euros. Las ventas de Bottega Veneta se elevaron un 3,7%, situándose en 1.210,3 millones de euros, mientras que las del resto de marcas alcanzaron los 2.281,3 millones de euros, un 10,1% menos.
El coste de los productos vendidos entre enero y diciembre fue de 3.590,6 millones de euros, un 12,6% menos, al tiempo que la partida de personal se contrajo un 9,4%, hasta 2.070 millones de euros. El resto de gastos operativos fueron de 4.304,4 millones de euros, un 8,5% menos.
El consejo de administración de la empresa propondrá a la junta general de accionistas aprobar un dividendo de ocho euros por acción con cargo a los resultados de 2020, la misma remuneración que la aprobada durante el ejercicio anterior.