Delta ha anunciado este miércoles una pérdida neta de 940 millones de dólares en los tres primeros meses del año y unos ingresos de 9.350 millones de dólares, por encima de los 8.920 millones de dólares en ventas que esperaban los analistas. Los ingresos fueron un 11% inferiores a los de 2019, mientras que en el primer trimestre del año antes de la pandemia el beneficio neto fue de 730 millones.
Las pérdidas operativas ajustadas del trimestre se situaron en 793 millones de dólares y la pérdida ajustada por acción fue de 1,23 dólares, sobre unos ingresos operativos ajustados de 8.200 millones de dólares.
Los títulos de Delta se disparan un 5% en Wall Street después de que la aerolínea haya adelantado que espera volver a beneficios en este trimestre gracias a un aumento de las reservas -y de las tarifas- que está ayudando a compensar el incremento de los costes de combustible.
"Con un fuerte repunte de la demanda al desvanecerse Ómicron, volvimos a la rentabilidad en el mes de marzo, produciendo un sólido margen operativo ajustado de casi 10%. A medida que crece la preferencia por nuestra marca y el impulso de la demanda, estamos recuperando con éxito los precios más altos del combustible, lo que impulsa nuestra perspectiva de un margen operativo ajustado del 12% al 14% y un fuerte free cash flow en el trimestre de junio", ha declarado Ed Bastian, consejero delegado de Delta.
La aerolínea dijo que otras áreas de su negocio también han mejorado. Así, generó 1.200 millones de dólares de su asociación con la tarjeta de crédito American Express, un 25% más que en el mismo trimestre de 2019, mientras que el gasto aumentó un 35% en comparación con hace tres años. Los ingresos del primer trimestre de su refinería fueron de 1.200 millones de dólares, frente a los 48 millones de dólares de hace tres años.
Al final del trimestre que acabó en marzo, la compañía contaba con 12.800 millones de dólares de liquidez.
