Credit Suisse ha confirmado este lunes que sufrió una "importante pérdida" de activos durante el colapso que vivió en el primer trimestre del año, y que culminó con su rescate por parte de UBS. En concreto, la entidad ha reconocido que perdió 61.200 millones de francos suizos (68.600 millones de dólares) en activos de enero a marzo, y el problema es que la sangría aún no se ha detenido.
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El presidente de Credit Suisse pide perdón: "No pudimos detener la pérdida de confianza""Estas salidas se han moderado, pero aún no se han revertido a 24 de abril de 2023", ha dicho Credit Suisse en la presentación de sus resultados trimestrales, cuya publicación ha adelantado tres días y se espera que sean los últimos, ya que la fusión con UBS podría completarse pronto.
El banco ha dicho que los activos gestionados por la división de gestión de patrimonios habían caído a 502.500 millones de francos a finales de marzo, frente a los 707.000 millones registrados en el mismo periodo del año anterior.
Los clientes retiraron rápidamente su dinero de Credit Suisse tras verse la entidad atrapada en las turbulencias del mercado desatadas por la quiebra de los prestamistas estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank. Hace apenas unas semanas el presidente del banco, Axel Lehmann, pedía perdón por el colapso y reconocía que no habían sido capaces de "detener la pérdida de confianza", algo que han confirmado ahora los números presentados por Credit Suisse.
Pese a todo, el banco registró un beneficio neto atribuible de 12.430 millones de francos suizos en el primer trimestre de 2023, frente a las pérdidas de 273 millones entre enero y marzo del año anterior, debido a la controvertida amortización de 15.000 millones de francos suizos de bonos AT1 por parte del regulador suizo (Finma) como parte del acuerdo con UBS. La pérdida ajustada antes de impuestos del trimestre fue de 1.300 millones de francos suizos.
Los ingresos del periodo ascendieron a 18.467 millones de francos, frente a los 4.412 millones del mismo periodo de 2022. Asimismo, el ratio de capital CET1 del grupo aumentó hasta el 20,3% a finales del primer trimestre, frente al 13,8% del mismo periodo del año anterior.
El pasado 19 de marzo, en negociaciones de urgencia orquestadas por las autoridades de Suiza, se acordó la compra de Credit Suisse, el segundo mayor banco suizo, por su rival y mayor banco del país, UBS, con el fin de evitar el colapso de la entidad. El acuerdo se selló por un valor de 3.000 millones de francos suizos, en una operación en la que el Gobierno suizo garantiza 100.000 millones de francos para la liquidez del banco y asumirá hasta 9.000 millones de francos en posibles pérdidas.
Se espera que la adquisición se consume a finales de este año, si es posible, pero se prevé que la absorción total del negocio de Credit Suisse en el Grupo UBS lleve entre tres y cuatro años.
"Las turbulencias en el sector bancario, que en última instancia condujeron a un acuerdo de rescate del prestamista suizo por parte de UBS, han provocado un importante éxodo de clientes en medio de las inciertas perspectivas del prestamista. Sin embargo, Credit Suisse ya llevaba tiempo atravesando dificultades antes de la boda concertada" , destaca Victoria Scholar, responsable de inversiones de Interactive Investor.
La analista recuerda que el banco "se vio envuelto en un escándalo tras otro", hasta el punto de que Credit Suisse registró unas pérdidas de 7.300 millones de francos suizos en 2022, las peores desde la crisis financiera mundial, mientras que la preocupación por la liquidez provocó importantes salidas de fondos en torno a octubre del año pasado.
Según el diario Tages-Anzeiger, la nueva entidad fusionada, cuando aúne sus fuerzas, se enfrentará a importantes recortes de empleo, que podrían alcanzar entre el 20% y el 30% de la plantilla de Credit Suisse. De hecho, el nuevo consejero delegado de UBS, Sergio Ermotti, que dirigirá la adquisición, afirmó que se avecinan "cambios y decisiones difíciles". En cualquier caso, la atención se centra ahora en los resultados de UBS del martes, y "es probable que los comentarios sobre Credit Suisse ocupen un lugar central", concluye Scholar.