El beneficio del tercer trimestre de Credit Agricole, publicado este miércoles, ha superado las expectativas debido a la reducción de las provisiones para préstamos incobrables relacionadas con la pandemia y al aumento de los ingresos en la banca minorista, lo que compensó la debilidad de los ingresos en los mercados de capitales y los seguros.
El segundo mayor prestamista cotizado de Francia dijo que los ingresos netos aumentaron un 43,5% en el tercer trimestre, hasta 1.400 millones de euros, superando la previsión media de 1.230 millones de euros en una encuesta de analistas recopilada por Refinitiv y 'Reuters'.
Los ingresos aumentaron un 7,4%, hasta 5.530 millones de euros, por encima de los 5.460 millones de euros previstos por los analistas, mientras que el coste del riesgo -que refleja las provisiones contra los préstamos incobrables- cayó un 56,1%.
Philippe Brassac, consejero delegado de Credit Agricole, confirmó que la entidad está en camino de cumplir sus objetivos para 2022, incluido un beneficio neto de 5.000 millones de euros.
"No hay ninguna razón para cambiar nuestro objetivo", dijo Brassac a los periodistas.
En el sector de la banca minorista, los ingresos aumentaron un 5,1% en Francia y un 32,6% en Italia, donde el prestamista adquirió la entidad local Creval a principios de este año.
Sin embargo, Credit Agricole quedó rezagado frente a sus rivales en banca corporativa y de inversión (CIB), ya que está menos expuesto al mercado de derivados de renta variable y no se benefició del repunte de la negociación de acciones en el trimestre.
Los ingresos bajaron un 3,7% en el negocio de CIB. Esto se compara con un aumento del 16,1% en los ingresos de CIB en Societe Generale y un aumento del 6,4% en BNP Paribas.
Brassac dejó claro que el banco no cambiará su estrategia en el ámbito de la banca de inversión para apostar por lo que denominó una oportunidad a corto plazo, ya que la crisis de COVID-19 aún no ha terminado.
Los analistas de JP Morgan señalaron que los ingresos en seguros y mercados de capitales estuvieron por debajo de las expectativas de los analistas, pero fueron superiores en las actividades de financiación, la banca minorista francesa y la gestión de activos.