Burberry facturó en su primer semestre fiscal (de abril a septiembre) un 20% menos en cifras comparables, con 1.086 millones de libras. La compañía ha subido un 18,68% en bolsa.
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El resultado operativo de la compañía británica resultó en pérdidas de 53 millones de libras, frente a las ganancias de 223 millones de libras del mismo periodo del año anterior. El margen bruto ajustado se situó en el 63,4%, descendiendo 640 puntos básicos.
En cuanto a su segundo trimestre fiscal, las ventas comparables de Burberry retrocedieron también un 20%.
"Nuestro bajo rendimiento reciente se ha debido a varios factores, incluida una ejecución inconsistente de la marca y la falta de enfoque en nuestra categoría principal de prendas exteriores y en nuestros segmentos principales de clientes", ha reconocido el director ejecutivo, Joshua Schulman.
Considera que "es demasiado pronto para determinar si los resultados del segundo semestre compensarán completamente la pérdida operativa ajustada del primer semestre".
Con este panorama, la firma textil ha anunciado un plan estratégico urgente, 'Burberry Forward', con el que pretende ahorrar costes y mejorar la productividad. El objetivo es "reavivar el deseo de marca, mejorar el rendimiento e impulsar la creación de valor a largo plazo".
"En los últimos años, nos alejamos demasiado de nuestro núcleo con resultados decepcionantes. Nuestra expresión de marca se centró en ser moderna a expensas de celebrar nuestra herencia", por ello, "estamos actuando con urgencia para corregir el rumbo, estabilizar el negocio y posicionar a Burberry para un retorno al crecimiento sostenible y rentable", ha señalado Schulman.
En concreto, este plan incluye un programa de ahorro de costes de aproximadamente 40 millones de libras. Además, Burberry ha añadido que, "con el tiempo", espera volver a generar 3.000 millones de libras en ingresos anuales.
Desde Interactive Investor comentan que "es poco probable que la nueva estrategia tenga éxito de la noche a la mañana, aunque las aspiraciones del grupo han quedado claramente establecidas. Burberry desea volver a ser una marca de lujo más centrada y tradicional, con especial énfasis en la ropa de abrigo por la que se ha hecho tradicionalmente conocida, y evitar los lanzamientos más modernos y de nicho que simplemente no tuvieron eco entre sus clientes".
En Third Bridge apuntan que los resultados de Burberry "no cumplieron con las expectativas y la dirección alegó que la demanda del mercado era menor. Sin embargo, nuestros expertos sugieren que su nueva estrategia (que incluye precios más altos y un posicionamiento más elitista) también puede estar impulsando la desaceleración".
