La petrolera británica BP ha dado una de cal y otra de arena al mercado tras publicar los resultados del primer trimestre de 2023. Entre enero y marzo, la compañía consiguió un beneficio subyacente a costes de reposición, un indicador similar a los beneficios netos de las petroleras estadounidenses, de 4.960 millones de dólares, notablemente por encima de las expectativas del consenso (4.300 millones) y del dato del cuarto cuatrimestre de 2022 (4.807 millones), aunque por debajo de los 6.245 millones conseguidos un año atrás.
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Por otro lado, la compañía ha anunciado un programa de recompra de acciones de 1.750 millones de dólares, al tiempo que ha señalado que el consejo de administración mantiene su compromiso de destinar el 60% del flujo de caja excedente de 2023 a la recompra de acciones. Basándose en las previsiones actuales de los precios del petróleo, espera poder realizar recompras por valor de unos 4.000 millones de dólares al año. El 28 de abril, el grupo completó la recompra de acciones anunciada anteriormente por valor de 2.750 millones de dólares.
Esta recomrpa ha sido lo que no ha convencido a los mercados, que esperaban un programa mucho más ambicioso por parte de la petrolera británica. Según Oswald Clint, analista de Bernstein, este dato “causará cierta preocupación y presionará a las acciones”, que han caído este martes un 8,77% en el mercado. En lo que va de año, el valor ha repuntado un 14%.
El beneficio atribuido a los accionistas del grupo asciende a los 8.218 millones de dólares, lo que supone un 31% menos que el dato registrado entre octubre y diciembre, cuando se situó en los 10.803 millones de dólares. Hace un año, BP registró pérdidas por valor de 20.384 millones de dólares.
La deuda neta de la compañía también se redujo hasta los 21.232 millones de dólares. Esta contracción supone un 0,89% menos que los 21.422 millones de dólares que adeudaba a cierre de diciembre y un 29% menos que los 27.457 millones de deuda con los que cerró el primer trimestre de 2022.
Por otra parte, los gastos de capital aumentaron significativamente hasta los 3.625 millones de dólares, un 19% más que los 2.929 millones de dólares en costes que registró hace un año.
“Ha sido un trimestre de buenos resultados y resultados estratégicos, en el que hemos seguido centrándonos en operaciones seguras y fiables. Nuestra estrategia de empresa energética integrada sigue cobrando impulso, con la puesta en marcha de Mad Dog Fase 2, nuestro acuerdo para adquirir TravelCenters of America y los avances en los proyectos de hidrógeno y CAC en el Reino Unido. Y, lo que es más importante, seguimos beneficiando a los accionistas mediante inversiones disciplinadas, la reducción de la deuda neta y el aumento de las distribuciones”, ha indicado Bernard Looney, consejero delegado de la firma.