La cadena minorista estadounidense especializada en productos electrónicos Best Buy cerró su segundo trimestre fiscal, finalizado en julio, con un beneficio neto de 306 millones de dólares (304,6 millones de euros), lo que supone una caída del 58% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado este martes la empresa.
Los ingresos en el trimestre cayeron un 12,8%, hasta 10.329 millones de dólares (10.282,8 millones de euros). La facturación en el mercado doméstico se contrajo un 13%, hasta 9.569 millones (9.526,2 millones de euros), al tiempo que en el área internacional ingresó 760 millones (756,6 millones de euros), un 9,3% más.
Los costes asociados a las ventas fueron de 8.042 millones (8.006 millones de euros), un 11% menos, mientras que los gastos de venta, generales y administrativos fueron de 1.822 millones (1.813,9 millones de euros), un 6,3% menos.
En el conjunto de los seis primeros meses de su año fiscal, el beneficio neto de Best Buy fue de 647 millones de dólares (644,1 millones de euros), un 51,3% menos, mientras que los ingresos descendieron un 10,7%, hasta 20.976 millones (20.822,2 millones de euros).
