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Talgo ha reportado un beneficio neto de 3,4 millones en el primer trimestre, frente a los 6,4 millones de euros del mismo periodo de 2021, todo ello después de una reducción de los ingresos desde los 147,1 millones de euros a los 118,4 millones, tal y como informan en el comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Esta disminución se ha debido a los cambios de mix de proyectos en ejecución, finalización el proyecto de MAV España e incrementando otros proyectos como Alemania, Egipto, Dinamarca o remodelaciones en España; y a las disrupciones en la cadena de suministro, ralentizando temporalmente el ritmo de ejecución de los proyectos.
El EBITDA ajustado ha alcanzado los 12,6 millones de euros desde los 13,4 millones del año anterior, con un margen que, sin embargo, se ha incrementado desde el 9,1% hasta el 10,7%. La compañía justifica estas cifras en los riesgos derivados del aumento de los precios de las materias primas, los suministros, la mano de obra y el transporte reconocidos en el margen de los proyectos.
Talgo destaca la seguridad y salud de las personas como elemento principal en la búsqueda de la excelencia operativa, la sólida cartera de pedidos con visibilidad industrial en los próximos años, la fuerte actividad comercial con alto volumen de oportunidades y un volumen de ingresos y rentabilidad que reflejan los desempeños mixtos en las actividades de la compañía.
Desde la dirección apuntan a mantener las perspectivas del año 2022 apoyadas en una previsible recuperación del ritmo de ejecución de proyectos y buenas perspectivas comerciales, si bien están sujetas a la estabilización de factores exógenos, como los geopolíticos y la inflación.
