AstraZeneca ganó en el último trimestre del año pasado 1.550 millones de dólares, lo que supone un 29% menos. Una cifra que ha decepcionado al mercado, que esperaba que registrara 1.800 millones. La fabricante de medicamentos ha avisado de que las perspectivas de crecimiento para este año dependen de la evolución del coronavirus. Sus acciones se han dejado este viernes alrededor de un 3,5%.
- 102,560£
- 0,12%
Las perspectivas actuales suponen que la epidemia durará unos meses, pero la compañía dijo que está monitoreando de cerca el virus y proporcionará una actualización durante los resultados del primer trimestre de 2020. China es un importante impulsor de ganancias para el negocio de AstraZeneca, con ingresos trimestrales que aumentaron un 25% en el cuarto trimestre de 2019, hasta los 1.190 millones de dólares.
Por su parte, según los resultados publicados este viernes, los ingresos totales aumentaron un 3,9%, hasta los 6.660 millones de dólares, también por debajo de las expectativas de los analistas de 6.730 millones.
En cuanto al dividendo, la compañía asegura que no sufrirá cambios respecto al año anterior y se situará en 1,9 dólares por acción.
"El año pasado fue bueno para AstraZeneca, ya que aumentó dos veces la orientación de ventas. Este impulso positivo de ganancias ha llevado a un ejercicio bastante decente de resultados anuales que destacan su progreso, incluida la aprobación regulatoria de varios medicamentos nuevos", señalan desde AJ Bell. No obstante, cree que, "desafortunadamente, el coronavirus amenaza con interrumpir las ganancias en China, uno de sus mercados clave".
Los analistas consideran que ahora "lo correcto " es "ser cauteloso y asumir que habrá un impacto en las ganancias". Además, "AstraZeneca debería poder resistir cualquier tormenta relacionada con el coronavirus. Quizás un tema más preocupante en el horizonte es la ira política de EEUU por el precio de los medicamentos. Es probable que tales presiones se intensifiquen a medida que la campaña electoral presidencial se acelere. La industria farmacéutica parece un objetivo fácil cuando los políticos intentan encontrar formas de obtener votos. Bajar los precios de los medicamentos sería visto como una gran victoria a los ojos del público", concluyen.