ASML registró en el tercer trimestre un beneficio neto de 1.700 millones de euros, por encima de las previsiones, pero un 2,2% menos que en el mismo período del año anterior. Sin embargo, la cifra es superior al beneficio del segundo trimestre de este año.
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Los ingresos fueron de 5.770 millones de euros, superando también la previsión de los analistas. El dato supone un aumento interanual del 10%.
La empresa ha reconocido que existe "incertidumbre en el mercado debido a una serie de preocupaciones macroeconómicas globales, incluida la inflación, la confianza del consumidor y el riesgo de una recesión".
Sin embargo, el CEO de ASML, Peter Wennink, ha añadido que, "si bien comenzamos a ver dinámicas de demanda divergentes por segmento de mercado, la demanda general de nuestros sistemas continúa siendo sólida".
La compañía holandesa también ha afirmado que las últimas restricciones a la exportación de chips de alta gama a China tendrían un impacto "limitado" en su negocio.
