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En mayo de 2017, Goldman Sachs compró por 865 millones de dólares bonos de Venezuela valorados en unos 2.800 millones de dólares, lo que generó una gran polémica por sostener el régimen de Maduro. Han sido los únicos títulos que no ha impagado el país pese a su dramática situación y ahora pueden reportar grandes beneficios si finalmente cae el Gobierno, aunque a costa de impactar una vez más en la controvertida reputación del banco americano, famoso por aprovechar cualquier situación crítica para obtener beneficios.
Varios fondos de inversión y carteras de clientes del banco estadounidense pagaron 31 centavos por cada dólar de deuda emitida por la empresa pública Petróleos de Venezuela (PDVSA) en 2014, en un movimiento que generó al banco una gran oleada de críticas, por dar oxígeno al régimen de Nicolás Maduro que había provocado una gravísima crisis económica y humanitaria.
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Barclays ve cerca el cambio de gobierno en Venezuela por la fragilidad de MaduroLa opinión pública denominó a esta inversión los 'bonos del hambre', lo cual contribuyó aún más a avivar la polémica. En agosto del pasado año, The Wall Street Journal señaló que los clientes de Goldman Sachs Asset Management afrontaban pérdidas potenciales de 63 millones de dólares, por la pérdida de valor derivada de la crisis del país.
En total, el valor de mercado de esa inversión de 865 millones, la mayoría en poder de clientes de la entidad, se había reducido en unos 250 millones de dólares. Todo ello antes de que Venezuela anunciara otra devaluación de su moneda, el bolívar, para contener la hiperinflación en el país.
En junio del año pasado, Goldman recortó el valor de su inversión hasta 18 centavos por dólar, casi la mitad de los 31 centavos que había pagado un año antes. No obstante, según el rotativo neoyorquino, Goldman logró colocar gran parte de los bonos (al menos unos 300 millones de dólares) entre “unos pocos hedge funds” a un valor de 32,5 centavos por dólar.
La polémica se reavivó en abril de 2018, cuando PDVSA realizó un pago de 90 millones de dólares a Goldman por el interés anual del 12,75% que pagan esos bonos, según datos de la plataforma cbonds.com. Fue la única emisión de deuda venezolana que no incurrió en impago y esto provocó acusaciones a Maduro de preferir pagar al banco norteamericano que comprar comida y medicinas para su pueblo.
Aunque la petrolera estatal venezolana se encuentra en situación de impago de casi la totalidad de todos sus bonos, sigue pagando los cupones de las emisiones que vencen en 2020 y 2022. En total, PDVSA soporta una deuda de 34.600 millones de dólares.
CAMBIO DE RÉGIMEN
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El mercado apuesta por la victoria de Guaidó: los bonos venezolanos subenAhora, ante la posibilidad de que caiga el régimen de Maduro, los bonos emitidos por PDVSA, cuyo vencimiento está previsto para 2022, pueden recuperar parte de su valor. Aunque, para ello, es necesario que triunfe el nuevo Gobierno encabezado por Juan Guaidó y apoyado, entre otros, por EEUU y Francia.
En este sentido, tanto la deuda emitida por PDVSA como la deuda gubernamental han experimentado fuertes ganancias en los últimos días. Por ejemplo, según recoge CNBC, el bono emitido por PDVSA con vencimiento en 2035 ha repuntado 1,5 centavos de dólar y ha marcado máximos de 9 meses. Y el bono a 5 años ha avanzado 0,5 centavos, tras subir 4 centavos el miércoles, hasta máximos desde el otoño de 2017.
El bono con vencimiento en septiembre de 2027 y un cupón del 9,25%, en situación de impago, registró su mayor subida en un año el miércoles tras el anuncio de Guaidó, y este jueves continuó con los avances, hasta cambiarse al 32,27% de su valor nominal, frente al 28,99% del pasado martes.
Sin embargo, el hecho de que Maduro haya recibido el apoyo sin fisuras de la cúpula militar y del Tribunal Supremo, junto al respaldo de Rusia, México y China, hacen que no esté tan claro la caída de su régimen, pese al apoyo de EEUU y de otros países como Argentina y Brasil.
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Goldman Sachs se hunde un 7% por el escándalo de los sobornos en MalasiaActualmente, las sanciones económicas de EEUU prohíben a los bonistas negociar la reestructuración de cualquier deuda, pero tras el apoyo explícito de Donald Trump al autoproclamado presidente interino Juan Guaidó, la situación podría cambiar.
Según ha comentado a Bloomberg Ahmed Riesgo, estratega jefe de inversiones en Insigneo Securities, un cambio de régimen en Venezuela puede impulsar el valor de la deuda hasta un rango situado entre 30 y 40 centavos por dólar.
En este escenario, la inversión de Goldman Sachs puede terminar siendo un nuevo éxito cuestionable. Como se recordará, Goldman Sachs también se hizo de oro con la crisis 'subprime' de Estados Unidos al ponerse bajista en las titulizaciones hipotecarias.
Aunque, seguramente, el impacto reputacional no preocupe demasiado a los traders de la entidad estadounidense ni a sus principales directivos, que actualmente se encuentran sumergidos en un nuevo escándalo por los servicios prestados a 1MDB, el fondo soberano de Malasia.