Donald Trump sigue redoblando su presión sobre Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed). Después de que Bloomberg haya publicado que se planteó degradarlo en febrero hasta reducir su estatus a gobernador del banco central, los periodistas le han preguntado si todavía se plantea hacerlo.
Y la respuesta de Trump ha sido que dependerá de las medidas que tome Powell al frente de la Fed. "Vamos a ver qué hace", ha comentado a los periodistas. Posteriormente, ha añadido que quiere "el mismo campo de juego" con el resto de bancos centrales, después de que el Banco Central Europeo y el Banco Popular de China hayan anticipado que tomarán las medidas de estímulos que consideren necesarias para impulsar el crecimiento.
La información ha sido publicada por Eamon Javers, corresponsal de CNBC en Washington, en su perfil de Twitter:
I just asked President Trump if he still wants to demote Jay Powell at the Fed. He said: “Let’s see what he does.” Says he wants a “level playing field” from the Fed. pic.twitter.com/a4E8Ec2BKK
— Eamon Javers (@EamonJavers) 18 de junio de 2019
Larry Kudlow, asesor económico del presidente, ha señalado a la prensa que la Administración Trump actualmente no está considerando degradar a Powell desde presidente a gobernador de la Fed, aunque esta información es un nuevo ejemplo de las tremendas presiones que está teniendo que soportar el banquero central por no cumplir los deseos de Trump en materia de política monetaria.
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Según Bloomberg, el abogado de la Casa Blanca barajó en febrero qué repercusiones legales tendría destituir a Powell de la presidencia y dejarlo como gobernador de la Fed, en una medida sin precedentes. El equipo de Trump realizó el análisis y llegó a una conclusión que se mantuvo en secreto en la Casa Blanca. De hecho, no está claro si Trump dirigió la revisión legal.
La Ley de la Reserva Federal brinda protección a todos los gobernadores de la Fed contra la destitución por parte del presidente, excepto por una "causa". Los tribunales han interpretado la frase para exigir pruebas de algún tipo de conducta indebida legal o negligencia en los deberes básicos. Un desacuerdo sobre la política monetaria no alcanzaría ese límite.
Trump aún expresa de manera regular su disgusto con la Fed en Twitter. Pero según el Wall Street Journal, el presidente le dijo a Powell por teléfono en marzo: "Creo que estoy atrapado contigo".
Este mismo martes, Trump ha ampliado su radio de acción y ha criticado al presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, por anticipar que tomarán todas las medidas a su alcance, incluyendo recortes de tipos, para impulsar la inflación hacia su objetivo del 2%.
"Nuestro objetivo no es alterar los tipos de cambio, sino la estabilidad de los precios", ha sentenciado Draghi en respuesta a la pregunta de una periodista sobre las críticas de Trump. Además de Mario Draghi, el ex vicepresidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Stanley Fischer, ha criticado abiertamente las presiones que está recibiendo Powell.
Fischer ha señalado que "la Fed no debe recibir órdenes del presidente de Estados Unidos". En su opinión, es fundamental mantener la independencia de los bancos centrales para que la política monetaria funcione de manera correcta.
