El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, reafirmará probablemente el compromiso de la entidad central de usar las medidas extraordinarias que sean necesarias para facilitar las condiciones monetarias, incluyendo la compra de activos (Asset Back Securities -ABS)”. Esto es lo que esperan los expertos de Barclays para la reunión del jueves del BCE, que se celebra en pleno proceso de corrección en las bolsas europeas, siempre sensibles a las palabras de Draghi.
El bróker británico también prevé que el banquero italiano se refiera a la baja inflación de la Zona Euro. En esencia, estos analistas no esperan cambios en las políticas actuales ni en los tipos de interés, que se encuentran en el mínimo histórico del 0,15%.
Sí prevén esa mención a los precios, después de que los últimos datos de inflación mostraran una caída de los precios en julio hasta el 0,4%, “y es probable que en agosto y septiembre los precios sigan cayendo".
Tras otro dato macro, el del PMI del viernes, Chis Williamson, economista jefe de Markit, el instituto que elabora el propio dato, “el BCE estará ansioso por ver el impacto de las medidas anunciadas en junio, aunque éstas van a tardar un poco de tiempo en filtrarse a la economía real. A juzgar por los resultados del flash del índice PMI de julio, hubo señales de un repunte del crecimiento en el sector servicios que han aportado algo de esperanza a los responsables de la política monetaria, en el sentido en que las medidas de estímulo impulsarán el crecimiento a medida que avanzamos por la segunda mitad del año. Mientras tanto, el diálogo sobre la flexibilización cuantitativa se acentuará debido a estas débiles cifras del sector manufacturero”.
Tras dato de inflación, Craig Erlam, analista de mercados de Alpari, consideraba que la referencia debería instar a las autoridades a tomar más medidas, pero “como el BCE ya ha anunciado su intención de poner en práctica una gran paquete de estímulos, es muy improbable que se vean más ayudas este año. Con esto en mente, movimientos dirigidos a controlar la posible deflación de la Zona Euro no serían bien recibidos por el momento”.
Desde Capital Economics, advierten, no obstante, que la baja inflación debería impulsar al BCE a hacer más ante el riesgo de deflación.