Siguen las diligencias del juez Ruz para desentrañar el complejo de empresas de Jordi Pujol Ferrusola, quien supuestamente movió al menos 55 millones de euros a paraísos fiscales como Suiza, Andorra, Liechtenstein o Panamá. El último caso, los dos millones de beneficios (aproximadamente un 70%) que obtuvo mediante su participación en el vertedero de Tivissa, en Tarragona.
Pujol Ferrusola habría invertido tres millones de euros en esta operación, a través de una sociedad dedicada a ofrecer servicios de traducción y que, según explica El Mundo, se nutre con fondos procedentes de Luxemburgo.
Detalla este rotativo que el expediente para tramitar esta instalación lo inició la Generalitat en 2002, cuando Jordi Pujol todavía era presidente, y se aprobó definitivamente en 2004. Fue este año cuando el hijo del ex presidente de la Generalitat se asoció con el grupo de tratamiento de residuos catalán Servitransfer para llevar a cabo la construcción de las instalaciones del vertedero del municipio de Tivissa, en la Ribera d’Ebre.
Se da el caso, además, que la instalación se vio envuelta en una gran polémica por ubicarse sobre el principal acuífero de la zona.
Según fuentes consultadas por El Mundo, la inversión de Pujol Ferrusola fue de 3 millones de euros, adquiriendo una tercera parte de la sociedad. Después, obtuvo un beneficio de dos millones de euros cuando la vendió a los otros socios, aproximadamente un año y medio después.
N.J.