- Según los expertos, los accidentes ocurridos en este año están dentro de la media estadística
El miedo a volar se extiende entre la población y se han encendido las alarmas sobre la seguridad arérea. En las últimas semanas se han producido tres accidentes de aviación fatales: el vuelo de SwiftAir operado por Air Algeriè, en el que fallecieron 116 personas, siete de ellas españolas, el del MH17 de Malaysia Airlines en Ucrania, con 298 fallecidos y el del bimotor de TransAsia que se estrelló en Taiwán y en el que murieron 47 personas. Además, en marzo de este año, desaparecía un avión de la compañía Malaysia Airlines sin dejar rastro.
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Encontrados los restos del avión de Swiftair a 50 kilómetros de la frontera con Burkina Faso
Los psicólogos ya apuntan que la cobertura mediática de estos accidentes, sobre todo de los de Malaysia Airlines y SwiftAir, están provocando que aumente en miedo a volar. Según ha declarado a Servimedia la doctora Cristina Mae Wood, integrante de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés “hay personas que tienen ansiedad a un riesgo. Esto se produce porque anticipamos una amenaza que pone en peligro nuestra integridad física. Si alguien que tiene miedo a volar oye este tipo de noticias, sus miedos aumentan”.
Intentar explicar que este tipo de accidentes está dentro de la normalidad estadística, es quizá la mejor forma de conseguir que la población venza ese miedo a volar que provoca el eco mediático que han tenido los últimos sucesos trágicos. Para ello, desde la redacción de Bolsamanía hemos consultado a un experto, José Antonio Gallardo, controlador aéreo, licenciado en España, pero residente en Holanda por motivos laborales.
EL ACCIDENTE DE SWIFTAIR
Según las últimas noticias sobre el avión que se desplomó a 50 kms de la frontera de Burkina Fasso, fletado por la compañía SwiftAir y operado por Air Algeriè, los investigadores que estudian la zona del siniestro afirman que el aparato entró en una tormenta que le hizo caer en cuestión de minutos.
José Antonio Gallardo ha explicado que en ese área las tormentas son típicas. Estos fenómenos crean corrientes de aire “muy violentas”, además de lluvia. “Ningún piloto en su sano juicio se mete en una tormenta” afirma Gallardo, “los cambios bruscos de dirección del viento a esas velocidades hacen que el avión pierda sustentación en cuestión de unos segundos y sea incapaz de volar”.
El controlador aéreo ha dicho también que el área de Mali, al igual que la mayor parte del continente africano, no tiene cobertura radar, “con lo cual; los controladores de ruta no son capaces de ver los aviones. Sólo saben donde está un avión cuando éste les comunica por radio que acaban de pasar por un punto de notificación obligatorio”. Sin embargo, este hecho no debe provocar el pánico, ya que, según añade, es muy raro que una zona no tenga cobertura radar, “África tiene bastante retraso tecnológico en cuanto a lo que aviación y seguridad aérea se refiere”. En el resto del mundo, los controladores de ruta y de aproximación tienen una visión precisa de donde se encuentra cada avión en todo momento.
No obstante, también es importante que los pilotos tengan la información meteorológica adecuada y un control de situación por radio constante. Para ello, según Gallardo, sería necesario que se instalen radares primarios y secundarios e inviertan en infraestructura ara un control aéreo adecuado, “esto incluye estaciones meteorológicas en los aeropuertos circundantes que emitan partes cada media hora (METAR), como ocurre en países más desarrollados”.
EL CASO DEL AVIÓN DERRIBADO EN UCRANIA
Malaysia Airlines ha sufrido dos grandes tragedias este año, primero, la desaparición de uno de sus aparatos en marzo y, hace unas semanas, el derribo del vehículo comercial MH17 cerca de Donetsk, en Ucrania.
Como afirma José Antonio Gallardo, los aviones llevan un sistema llamado TCAS (Traffic alert and Collision Avoidance System o sistema de alerta de tráfico y evasión de colisión), con el que pueden detectar si están demasiado cerca de un objeto con el fin de evitar la colisión. Sin embargo, este sistema es inútil para misiles y proyectiles tierra-aire o aire-aire, “dudo seriamente que un avión comercial pueda hacer algo para esquivarlos” dice Gallardo.
Según la opinión del controlador aéreo español, afincado en Holanda, “desgraciadamente, la única forma de haber evitado este suceso era no sobrevolar zonas en conflicto. Lo que más me extraña es que la ruta alternativa de la compañía pase ahora por Siria”.
EL AVIÓN ES EL TRANSPORTE MÁS SEGURO QUE EXISTE
Los accidentes de aviación registrados desde 1919 han sido 188, con 207 aeronaves implicadas. El peor año de la aviación fue 1972, en el que se produjeron un total de 11 accidentes.
Teniendo en cuenta sólo los sucesos accidentales y no los ataques terroristas o bélicos, el peor accidente de la historia se produjo el 27 de marzo de 1977, en el aeropuerto español de Los Rodeos, Tenerife Norte en la actualidad. Dos aviones comerciales de KLM y Pan Am, colisionaron en pista produciendo 583 fallecimientos.
A pesar de esto y de la cantidad de accidentes que ha sufrido el sector durante este año, José Antonio Gallardo afirma que el avión sigue siendo el transporte más seguro, “sólo hay que comparar los fallecidos en accidente de avión en el mundo con los fallecidos por accidentes de coche”.
El caso es que, estos hechos, han afectado irremediablemente no sólo a los pasajeros, sino también a las líneas aéreas e incluso a la bolsa. Según Gallardo, la compañía más afectada por estos accidentes será Malaysia Airlines, pero que, en general, afectaría más la crisis económica por el precio de los billetes que el pánico de la población.
“Un accidente de avión trasciende mucho porque no es habitual”, ha explicado antes de concluir que “con la información adecuada, nadie tendría miedo a volar”.