En declaraciones para Bolsamanía, Guillermo Bataller, responsable de proyectos transformación e innovación en el Corporate Innovation Center (CIC) de Telefónica, explicaba esta semana en el Mobiel World Congress (MWC) de Barcelona que el objetivo de la compañía es dar al cliente toda la capacidad para que elija y “con el 5G el usuario podrá acabar de ver en el autobús ese trocito de su serie favorita que no acabó en el sofá de su casa”.

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Pero, ¿está justificada la inversión en esta nueva tecnología? “Los nuevos modelos de negocio necesitan argumentar esa inversión en 5G”, titula su último artículo en el blog de Mobile World Live, Joseph Waring, editor para Asia de esta publicación y ex editor en el grupo Telecom Asia, donde trabajó más de 10 años. Tras participar durante el MWC de la ciudad condal en una mesa redonda sobre inversión, Waring reproduce las palabras de Hatem Bamatraf, director de Tecnología (chief technology officer o CTO) del grupo Etisalat, en las que explicaba que “a la gente le encanta la tecnología, pero es necesario que haya un equilibrio entre la inversión y el negocio”.

Preguntado sobre cuánto necesitarán invertir los operadores para ser capaces de lanzar la tecnología 5G, bromeó: “Primero hay que preguntat a Huawei cuánto va a pedir por vender su equipamiento 5G”. César Córcoles, profesor de Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) de Barcelona, ya advertía antes del inicio del MWC de este año que aún no hay estándares firmados sobre 5G.

Desde la propia Huawei, Yang Chaobin, apuntó a que deben ser diferentes industrias verticales las que compartan una infraestructura y sean capaces de aprovechar los servicios bajo demanda: “El 5G no sólo debe ser una actualización de las tecnologías existentes, sino que debe ser un facilitador de las muchas innovaciones disruptivas en otras industrias”. Para Bataller, el 5G “no es una red nueva, si no que debe ser una nueva generación que se construya sobre el 4G, de transmisión de datos de alta velocidad que se adapte y sea flexible a las demandas de los usuarios”.

Waring prosigue con las apreciaciones de otros expertos, como Mischa Dohler, profesora de comunicaciones inalámbricas en el Kings College de Londres, para quien el crowdsourcing puede ser una de las opciones en la inversión en tecnología 5G: “La industria no sólo conecta personas personas, sino también a las propias industrias”. Seizo Onoe, CTO de NTT DoCoMo, insistió en mantener su agresiva hoja de ruta para el 5G en Japón: “Estoy seguro de que podemos lanzar 5G para el año 2020”; y llegó a mencionar el 6G, como tecnología que por fin englobará todo tipo de usos.

La fecha de implementación de estos nuevos estándares 5G se ha fijado, por parte de los expertos, en el 2019 ó 2020 y en la actualidad se encuentra sin estandarizar. Por ahora, los avances se dan poco a poco: la compañía sueca Ericsson ha conseguido alcanzar velocidades de 5 Gbps reales, con demostraciones en directo, y la compañía china Huawei firmó, a finales de 2014, un acuerdo con la operadora móvil rusa Megafon para estandarizar y desarrollar redes 5G de prueba, con vistas a la Copa Mundial de Fútbol de 2018.

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