A partir de ahora, los usuarios del Aeropuerto Internacional "Simón Bolívar", en Caracas, el más importante de Venezuela, tendrán que pagar una nueva tasa por respirar aire limpio dentro del recinto.

Tanto en viajes nacionales como internacionales, los pasajeros de los aviones tendrán que abonar cerca de 20 dólares para sufragar la instalación de una tecnología vanguardista, según ha comunicado en una nota de prensa el IAIM, dependiente del Ministerio del Poder Popular para Transporte Acuático y Aéreo, en América Latina: un sistema de bioseguridad y ozonizado en los conductos del aire acondicionado.

Con esta tecnología, según el IAIM, lo que se persigue es optimizar la calidad del oxígeno y mantener las instalaciones libres de agentes patógenos, para así proteger "la salud de los trabajadores, visitantes y de los más de 30.000 pasajeros que a diario usan las instalaciones".

La noticia no ha sentado muy bien en Venezuela y los ciudadanos se lo han tomado con humor y resignación a partes iguales. A pesar de esto, el mayor temor de esta nueva tarifa es que pueda convertirse en una fuente de corrupción en un país con una de las mayores reservas de petróleo del mundo pero que sin embargo sufre una tormentosa escasez.

J.A.M.

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