- Los tres liberianos responden al tratamiento.
- Los dos estadounidenses tratados con el suero ya han sido dados de alta.
- Los supervivientes son inmunes al virus.
Según la información facilitada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dos de los tres enfermos de ébola en Liberia que han sido tratados con el suero experimental ZMapp han presentado una importante mejoría, mientras que el tercero ha mejorado levemente.
La enfermera y el doctor que han mostrado mejoría son los primeros en tratarse con este suero en el país africano, después de que el suero llegase el 14 de agosto tras la petición de la presidenta Ellen Jonhson Sirleaf, quien solicitó el medicamento a las autoridades estadounidenses, según informa Abc.
Por otro lado, los dos nuevos infectados que se han registrado en Nigeria no habían tenido contacto directo con Patrick Sawyer, el llamado “paciente cero”, quien introdujo el virus en el país tras volar infectado desde Liberia hasta Lagos, la segunda ciudad africana más poblada. Según el ministro de Salud de Nigeria, Onyebuchi Chukwu, las dos nuevas personas contagiadas son las esposas de los dos contagiados por Sawyer y ya se encuentran en cuarentena y recibiendo tratamiento en un hospital.
LA EFECTIVIDAD DEL SUERO
Al hilo del suero experimental ZMapp, los dos estadounidenses, que fueron los primeros en ser tratados con este suero, ya han recibido el alta en el hospital de Atlanta Emory.
Kent Brantly, el médico estadounidense infectado, fue dado de alta esta semana tras ser tratado con el suero ZMapp. El doctor contrajo la enfermedad cuando trataba a víctimas del virus en Liberia.
También la enfermera contagiada ha recibido el alta ya que se encuentra en buen estado de salud, sin embargo no ha comparecido ante los medios.
No obstante, hay quienes dudan de la efectividad de este suero, ya que aún está en fase experimental. Según el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y experto en microbiología molecular, César Nombela, en declaraciones recogidas Europa Press, ha afirmado que su apuesta es que el suero ZMapp no ha curado a los dos estadounidenses, sino que su alta se debe a los sistemas inmunes de ambos.
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“No sé si es el suero lo que les ha curado, tal vez sí les ha ayudado”, ha dicho Nombela. Así contestó a una pregunta de un alumno durante una intervención en los Cursos Avanzados de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. También comentó que la tasa de mortalidad es superior a un 50% y que se la conoce desde hace unos 30 años, lo que, en estos casos, es “relativamente poco”.
LOS SUPERVIVIENTES DEL VIRUS
La cepa actual, que se identifica con la cepa Zaire del virus, tiene una tasa de mortalidad de entre el 50% y el 60%, según la OMS, otras cepas han llegado hasta el 90% de mortalidad. Sin embargo, en todas las epidemias registradas hay supervivientes, que se convierten en parte indispensable del estudio de la enfermedad y también del traslado de información a las comunidades locales. Muchas veces, incluso forman parte del equipo de tratamiento de los centros de aislamiento, ya que quedan inmunizados.
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La supervivencia al virus depende de muchos factores entre los que están la capacidad del cuerpo para hacerle frente y la velocidad del sistema inmune para crear suficientes anticuerpos y aniquilar al virus, como informa El País.
Además de esto, existen poblaciones inmunes a la enfermedad o a determinadas cepas de la misma que no la han sufrido. En 2010, el Institut de Recherche pour le Développement (IRD) publicaba un estudio en el que se llegaba a conclusiones como que el 15,3% de la población de Gabón está inmunizada contra el ébola, ya que poseían los anticuerpos necesarios para vencerla sin haberla padecido. También se descubrió un gran número de gaboneses portadores sanos del virus, de los que se supone que se contagiaron por ingerir alimentos que habían sido infectados por murciélagos.
La realidad es que muchos de los enfermos del actual brote están respondiendo con una mejoría que supone después una inmunidad durante, al menos una década (según lo registrado en la OMS, aunque se cree que la inmunización sea permanente).
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Los supervivientes tienen dificultades para volver a sus comunidades, por lo que Médicos sin Fronteras y en ministerio de Sanidad de los países correspondientes les facilita un certificado en el que se detalla que está completamente sano, además de ayuda psicológica para prevenir el rechazo. La única recomendación posterior es evitar tener relaciones sexuales durante tres meses, ya que el virus permanece en el semen durante unos 90 días, y no dar de mamar durante unas tres semanas para las mujeres que sobrevivan.
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