- Podemos va tomando forma en Cataluña
- Mas y Junqueras, crónica de un desencuentro
- ¿Qué pasará con los presupuestos de la Generalitat?
2014 ha sido, sin lugar a dudas, el año de la consulta por el futuro político de Cataluña del 9-N. Lo que al final acabó siendo un proceso participativo ha dominado el panorama político y no sólo de la autonomía, ya que ha marcado la agenda del Ejecutivo de Mariano Rajoy a lo largo del año que acaba. Deriva independentista para unos, derecho inalienable a decidir su destino para otros, el conflicto catalán ha sido una alargada sombra que se ha proyectado sobre muchas de las decisiones tomadas por el presidente del Gobierno y su equipo.
Y a pesar de que las reivindicaciones independentistas de Cataluña parecen haber entrado en un estado de letargo, después de la euforia de los meses de septiembre y octubre, 2015 promete retomar las demandas de los catalanes que quieren la secesión de la región, aunque aún está por ver en qué forma.
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Con el bloque soberanista de CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP desmembrado, el estado actual es de desencuentro entre los caminos que unos y otros quieren tomar y un único punto en común: calentar los motores de cara a un más que posible adelanto electora en 2015.
ELECCIONES SÍ O NO
Y en estas estamos. En el compás de espera de que Artur Mas y Oriol Junqueras den con un consenso que en estos momentos parece imposible. El president de la Generalitat y el líder de los republicanos presentaron sendas hojas de ruta con muchas divergencias (listas únicas o separadas, declaración unilateral de independencia o transición de 18 meses) y un punto central convergente: la secesión de Cataluña como objetivo final de los planes del president de la Generalitat y del líder de ERC.
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El primero, supeditando el avance electoral a la confluencia de políticos y miembros de la sociedad civil en una lista unitaria de la que desaparezcan las siglas de los partidos; el segundo, pidiendo elecciones lo antes posible y optando por mantener los nombres de las formaciones y listas separadas con puntos en común. Hasta la fecha, dos son las reuniones que han mantenido y muchas parecen las asperezas por limar.
El resultado sigue siendo que no hay fecha. Muchas voces de CiU apuestan por otoño para la celebración de estos comicios, un escenario en el que el grupo convergente se sentiría más cómodo y permitiría alejarse de las municipales que se celebrarán en mayo. Esquerra por su parte, opta por febrero o marzo.
PODEMOS
Y mientras se siembra la indecisión entre los partidos que han liderado el proceso independentista, una nueva fuerza va tomando forma en Cataluña. Podemos se perfila como una opción entre los que quieren buscar una salida lo más negociada posible al conflicto con el Estado, con un discurso un tanto ambiguo que apoya el derecho a decidir, sí, pero sobre todas las cosas. Que da cabida a los independentistas, pero que prefiere que Cataluña no se marche. Que señala a la casta catalana, encarnada en CiU, pero que no se corta en criticar a la izquierda más reivindicativa y radical, en la piel de David Fernández y la CUP.
Podemos, una alternativa negociada que convence
Pero esta indefinición no parece importar a los catalanes que otorgarían entre 9 y 11 diputados en el Parlament de Catalunya a la fuerza de Pablo Iglesias, lo que les daría la posición de sexta fuerza en la cámara catalana, según al última encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió de la Generalitat de Catalunya (CEO). Quién ocuparía estos escaños es aún una incógnita para una formación que está en pleno proceso constitutivo y que todavía no tiene estructura de partido. De hecho, está inmersa, entre finales de diciembre e inicios de enero, en la elección de los secretarios generales y los Consejos Ciudadanos en las cuatro provincias del territorio catalán, de cara a las municipales.
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MENOS PARTIDARIOS DE LA INDEPENDENCIA
Es pronto para vincular el fenómeno del auge de los de Pablo Iglesias a la caída de partidarios del sí a la independencia de Cataluña, pero es indudable que las propuestas que el líder de Podemos pueden convencer a muchos indecisos que quieren una resolución calmada al proceso.
Más probable es que el inédito resultado en una encuesta del Centre d'Estudis d'Opinió de la Generalitat de Catalunya (CEO), que da a los partidarios del "no" a la independencia una ajustada victoria sobre los del “sí”, obedezca a la falta de acción de los líderes del proceso: Mas y Junqueras. Sea como fuere, un 45,3% de los catalanes se muestra contrario a que Cataluña se convierta en un Estado independiente, frente al 44,5% que sería favorable.
PRESUPUESTOS 2015
Y en medio de la tormenta electoral, la votación de los presupuestos de la Generalitat de 2015 ha servido como rehén político a Oriol Junqueras para conseguir que Artur Mas acepte sus condiciones para el adelanto electoral. De momento, las cuentas presentadas por el conseller d’Economia, Andreu Mas-Colell, han pasado su primer trámite parlamentario con el apoyo de ERC. Un soporte que tiene un precio, como dejó claro Junqueras: que haya fecha para las elecciones autonómicas antes de mayo.
En cualquier caso, los presupuestos catalanes presentan una partida total de 21.525 millones de euros, la mayor cifra desde 2012, cuando fue de 22.000 millones. Parten de la base de un aumento del gasto para poder mantener los servicios públicos básicos, es decir no dañar más las partidas sociales -que se han reducido un 16,9% desde 2010- así como recuperar la jornada y el salario completo de los interinos y la paga extra de los funcionarios. La polémica se centra en los 2.500 millones de euros en ingresos que Mas-Colell confía conseguir principalmente a través de la negociación política con el Gobierno central.
Si Mas convoca elecciones antes de finales de marzo no se votarán los presupuestos
Por ahora, todos los grupos parlamentarios catalanes han presentado enmiendas a la totalidad del texto, menos ERC que, en cambio, sí se ha sumado al resto de la oposición a la hora de pedir rectificaciones en las partidas departamentales.
El debate de totalidad de las secciones presupuestarias en las respectivas comisiones se producirá entre el 19 y el 23 de enero, cuando los diferentes consellers defenderán los presupuestos de sus respectivos departamentos y la votación definitiva llegará entre el 4 y 5 de febrero.
Muchas voces han calificado los números de Mas-Colell como los de una administración que sabe que no se aprobarán, o no tendrán que aprobarse, con una lectura claramente en clave electoral. Si Mas llama a las urnas antes de finales de marzo, la votación no se producirá, ya comporta la disolución del Parlament hasta después de los comicios.
LA CORRUPCIÓN Y EL CASO PUJOL
El escándalo de los capitales evadidos por el ex president de la Generalitat, Jordi Pujol i Soley, durante más de 30 años en el extranjero, ha sido otro de los “ejes argumentales” de la vida pública catalana de la segunda mitad de 2014.
Con el anuncio de que Pujol i Soley deberá comparecer en la comisión de Comisión de Investigación sobre el Fraude y la Evasión Fiscales y las Prácticas de Corrupción Política, conocido como el ‘caso Pujol’, el 23 de febrero y que tanto él como varios miembros de su familia deben declarar como imputados el 27 de enero, el asunto promete dar mucho de sí en este año que arranca.
Por supuesto, la comisión parlamentaria se disolvería ante un hipotético adelanto electoral a marzo. Y sólo quedaría el frente judicial para cercar a los Pujol Ferrusola, que acumulan cuatro causas diferentes en las que están imputados Jordi Pujol i Soley, Marta Ferrusola y seis de sus hijos.