- En el caso del vuelo de Germanwings, los expertos ya han extraído un archivo de audio
Todas las miradas están puestas en las cajas negras del avión A320 de Germanwings siniestrado el martes en los Alpes franceses. Los investigadores esperan que los dos aparatos que registran las conversaciones y todos los datos del vuelo sirvan para esclarecer los detalles del accidente. Pero, ¿son realmente indestructibles?
Toda la información sobre el accidente del avión de Germanwings en los Alpes
Según destaca Europa Press, la caja negra, que a pesar de su nombre es de color naranja, es un dispositivo que registra los parámetros de vuelo (altitud, presión y velocidad entre otros), además de la grabación de voz de las últimas horas de vuelo.
Las cajas negras constan de dos aparatos: uno que graba la voz y otro que registra los datos del vuelo
Aunque se suele hablar de la caja negra en singular se trata de dos aparatos, del tamaño de un maletín de viaje. Uno de ellos consta de un grabador de voz (CVR, por sus siglas en inglés), que es el que se ha recuperado hasta el momento en el accidente de Germanwings, y el otro es un disco que va registrando los datos de vuelo (FDR, por sus siglas en inglés), capaz de guardar hasta 25 horas de datos.
EL PROCEDIMIENTO PARA LOCALIZAR LAS CAJAS NEGRAS
Aunque en otros accidentes sucedidos en medio del mar, como el vuelo de Air France que se precipitó en el Atlántico, las cajas negras disponen de una baliza que se activa en caso de inmersión en el agua y que manda señales que permiten su localización incluso a más de 4 kilómetros de profundidad.
Son capaces de aguantar fuertes impactos y hasta 1.110 grados durante una hora
Según destaca EP, ambos dispositivos están pintados de un color naranja llamativo y con bandas fluorescentes para que su localización entre los restos de un avión caído en tierra sea más fácil. Se trata de un dispositivo pensado para aguantar un fuerte impacto y permanecer lo más intacto posible en cualquier condición. De hecho, son capaces de resistir temperaturas extremas de 1.110 grados durante una hora.
La primera caja negra data de 1957 y fue inventada por un científico australiano llamado David Warren aunque no fue probado en un avión hasta 1960.
Lee además:
Germanwings apunta a un problema hidráulico o fallo en los sensores y descarta una descompresión