• Fidelity recuerda que las elecciones en EEUU tienen un impacto limitado en Wall Street
  • Xavier Mena, de ESADE, prevé un hundimiento de la bolsa americana a corto plazo
  • José Ramón Iturriaga anticipa que el mandato de Trump no será peor que el de Clinton
Donald Trump

¿Qué pasará en las bolsas tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos? Esta es la gran pregunta que se hacen ahora todos los inversores, después de que el polémico candidato republicano se haya convertido en el 45º presidente de Estados Unidos.

“A Donald Trump se le ha considerado, en general, como un candidato que podía suscitar una incertidumbre sin precedentes en áreas como el gasto público, la política monetaria, el comercio y la legislación”, afirma Ángel Agudo, gestor de fondos de Fidelity.

Sin embargo, este experto recuerda “numerosos estudios” que han demostrado que las elecciones en EEUU tienen un “efecto limitado” en el comportamiento de Wall Street, por lo que su consejo para los inversores es “no dejarse llevar” por el ruido y la volatilidad que pueda crear el triunfo de Trump. En su opinión, aunque la bolsa puede sufrir una “racha inicial de volatilidad” a corto plazo, como la vivida este miércoles, “la rebaja del tipo del impuesto de sociedades (si se aplica tal y como se ha propuesto) sería positiva a corto-medio plazo”.

Ángel Agudo añade que una de las promesas de Trump ha sido aumentar el gasto público en infraestructuras y armamento, por lo que considera estos dos sectores como “oportunidades de inversión muy interesantes”.

Xavier Mena, catedrático de Economía de ESADE, es más negativo, al comentar que “la elección de Trump provocará el hundimiento de Wall Street y las bolsas mundiales a corto plazo”. En su opinión, Trump defenderá una subida más rápida de los tipos de interés, medida que intensificará el flujo de capitales hacia EEUU y depreciará los tipos de cambio en las economías emergentes y aumentará los spreads (diferenciales) soberanos en América Latina”.

Si Trump abandona "las soflamas y eslóganes de corte populista, no tiene por qué ser peor para la economía estadounidense que Clinton"

Este experto anticipa que Trump impulsará “el aislacionismo económico y el proteccionismo comercial”, aunque añade que dentro de unos meses “los checks and balances (separación de poderes) de la democracia americana, así como la proactividad y flexibilidad de la economía y los negocios, reequilibrarían el ajuste brusco inicial”.

Por su parte, José Ramón Iturriaga, gestor de Abante Asesores, comenta que si Trump abandona "las soflamas y eslóganes de corte populista, no será peor para la economía estadounidense que Clinton". Este experto destaca que las medidas económicas son a favor del crecimiento, como la expansión fiscal, bajadas de impuestos o inversión en infraestructura mayor que Clinton.

Además, comenta que "las posibilidades de un mayor impulso de la política fiscal a nivel global podrían romper con el mantra de estancamiento secular que lleva tiempo instalado en el mercado, lo que debería continuar dando soporte al reflation trade que ha empezado a asomar la patita últimamente". Y esto, señala Iturriaga, "sí supondría un cambio para el que los mercados no están posicionados. Algo más de crecimiento e inflación va a romper la cintura a más de uno".

Stefan Kreuzkamp, jefe de inversiones de Deutsche Asset Management, comenta que en los próximos días, "la volatilidad seguirá alta", debido a la "elevada incertidumbre política sin precedentes en la historia reciente de EEUU". Las principales áreas de incertidumbre se encuentran en la política comercial que seguirá Trump (preocupa el aumento del proteccionismo), los posibles estímulos fiscales (que pueden aumentar el crecimiento, pero también la inflación, lo que obligaría a la Fed a subir los tipos) y en los nombramientos que realizará el nuevo presidente en puestos clave de la Administración, como las Secretarías de Estado, del Tesoro y de Defensa.

La conclusión de este experto es que Trump puede llegar a acuerdos con los republicanos que dominan el Congreso, lo cual resultará en menos regulación y más estímulos fiscales para las empresas. El avance en estos temas puede relegar a un segundo plano las propuestas más polémicas de Trump en materia de proteccionismo e inmigración, según Kreuzkamp.

"El señor Trump ha ganado la presidencia en su primer intento. Es claramente alguien que aprende rápido", afirma este experto, quien recomienda "no subestimar su capacidad para tener éxito. No será la última vez que sus políticas provoquen nervios en Wall Street, pero puede haber oportunidades de compra interesantes para los inversores que miren más allá de los riesgos inmediatos".

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