Cuatro escalones en la pirámide del poder de Caja Madrid: consejeros, vicepresidentes, controladores y ejecutivos. Esa es la principal diferenciación que había en torno a las tarjetas “black”, de lsa que 83 consejeros y directivos se aprovecharon para hacer gastos indebidos entre 1999 y 2012.
Estos escalones también tenían una diferencia importantísima: los límites de gasto mensual. Cada una de las castas de Caja Madrid tenía un límite dependiendo de lo cerca que estuviese del poder, como decía Pedro J. Ramírez en su columna dominical: “ubicación, ubicación, ubicación”. Los consejeros de la base de la pirámide tenían un límite de 2.500 euros; la comisión de control, 3.400; los vicepresidentes, 3.700 y los presidentes, de 6.000 en adelante.
Los contratos de las tarjetas “black” están firmados por sus titulares y señalan el límite de gasto mensual. Además, están incluidos en el sumario abierto de la Audiencia Nacional. El juez instructor de la causa, Fernando Andreu, ha imputado a Rodrigo Rato y Miguel Blesa por administración desleal y apropiación indebida.
Temporalmente, estos contraros muestran subidas que justificación complicada en función del coste de vida, también reflejan diferencias de trato que sólo pueden deberse al poder interno que atesora cada miembro de los órganos de Gobierno de Caja Madrid, como informa El País.
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LOS LÍMITES DE BLESA
Cuando Miguel Blesa llegó en 1996 a la presidencia de Caja Madrid, los consejeros podrían cargar hasta 900 euros al mes en gastos de representación. Blesa subió hasta los 1.300 euros. En 2003, estuvo a punto de perder su puesto, pero los votos de IU y CC OO le salvaron.
Los consejeros de entonces firmaron con un límite mensual de 2.500 euros. Los vicepresidentes (uno del PSOE, uno del PP y uno de IU) podrían llegar a los 3.700 euros al mes en sus tarjetas. En cuanto a los miembros de la comisión del control, su límite estaba en los 3.400.
Estanislao Rodríguez Ponga, quién llegó en 2006 al consejo de administración, fue colocado en una de las vicepresidencias. A él le correspondió una tarjeta con 5.500 euros de límite.
LOS CAMBIOS DE RATO
Cuando Rodrigo Rato accedió a la presidencia de Caja Madrid, pese a la austeridad que recomendaba la situación de crisis, los límites subieron como la espuma.
Los consejeros que entraron con Rato recibieron su tarjeta con 6.000 euros de límite mensual. El nuevo presidente y sus directivos podían cargar hasta 12.000 euros al mes. Una auténtica fortuna.
Rato no ha sido capaz de explicar al juez quién limitaba el gasto de las tarjetas, pero señaló que existían desde los noventa y que “formaban parte del concepto retributivo que Caja Madrid tenía para consejeros y sus directivos”.
Rato también contó al juez que “el señor Barcoj me dijo los límites, yo no los revisé”, aunque el señor Barcoj, director financiero de Caja Madrid, declaró que los límites los decidían los presidentes de la entidad.
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