La situación en la que se encuentran los Duques de Palma obligaría a la Infanta Cristina de Borbón y Grecia, la segunda hija de Don Juan Carlos y hermana de Felipe VI, a renunciar a sus derechos de sucesión a la titularidad de la Corona. El lunes, la infanta mantenía una reunión con su abogado Miguel Roca en Barcelona.
"Se trata de la titularidad de la Corona que le corresponden por lo dispuesto en el artículo 57 de la Constitución. Según la cual a doña Cristina le corresponde la sexta posición en la sucesión por detrás de la Princesa de Asturias, doña Leonor de Borbón Ortiz, su hermana, la infanta Sofía, la hermana mayor del Rey, doña Elena, y tras los hijos de esta, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica", destaca El Confidencial.
"Significa retirarse definitivamente del entorno de la Familia Real, con la que le unirán exclusivamente lazos familiares de sangre pero sin ninguna otra expectativa"
De acuerdo a este medio, la renuncia de la Infanta se producirá de forma inminente ante las peticiones editoriales de los medios de comunicación, que han venido exigiendo que la hermana del Rey proteja la Institución y exprese con ese gesto una actitud de humildad y pesar por la crisis que su marido y ella han provocado a la Monarquía española y a los intereses de la sociedad. Este gesto, en todo caso, "significa retirarse definitivamente del entorno de la Familia Real, con la que le unirán exclusivamente lazos familiares de sangre pero sin ninguna otra expectativa", según hace hincapié el medio.
LA SITUACIÓN ACTUAL
El pasado viernes, la Audiencia de Baleares decidió imputar a la infanta Cristina por delito fiscal dentro del Caso Nóos pero no por blanqueo de capitales. Ahora será el juez Castro quien decida si finalmente sentará a la hija del rey Juan Carlos en el banquillo de los acusados.
Aunque sobre la hermana del rey Felipe VI pesaban dos delitos fiscales y uno por blanqueo de capitales, pero finalmente sólo podría sentarse en el banquillo de las acusados por los dos primeros. Esos delitos fiscales pueden conllevar hasta penas de prisión de seis años. Aún así, su marido, Iñaki Urdangarin sí que estará imputado por blanqueo de capitales.
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