El Ibex (-0,35%) se despide de los 7.100 puntos lastrado por los grandes valores

"No hubo verdaderas sorpresas en la reunión de la Reserva Federal, que prometió mantener los tipos bien anclados hasta 2023, o al menos hasta que la inflación sea superior al 2% durante bastante tiempo. Ese es ciertamente un listón ambicioso para su nueva política de objetivos de inflación media, dado que en los últimos 20 años el PCE básico sólo ha estado por encima del 2% dos veces en la última década, durante un corto período en 2012, y durante la mayor parte de 2018, cuando el banco estaba en medio de una serie de subidas de tipos", explica este analista.

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"Con el doble objetivo de querer también lograr el máximo empleo, está claro que la Reserva Federal quería enviar un mensaje de que los tipos no van a ninguna parte no sólo a corto plazo, sino también a medio plazo. Por supuesto, eso no significa que esta nueva política vaya a tener más éxito que la anterior, y la reacción general del mercado refleja más o menos esa realidad", añade Hewson.

En última instancia, este analista reconoce que "no había mucho más que la Fed pudiera hacer dados los desafíos que enfrenta la economía de EEUU". En este sentido, cabe destacar el dato de ventas minoristas de agosto que se conoció este miércoles, con una subida del 0,6%, por debajo de lo esperado.

El Banco de Japón también ha dejado su política monetaria sin cambios esta madrugada y este jueves le toca el turno al Banco de Inglaterra. En los últimos meses se ha hablado mucho de la posibilidad de que éste se incline por los tipos negativos.

En el calendario macro de la jornada destaca también el IPC de la zona euro de agosto, que se mantiene en -0,2%. Mientras, desde el punto de vista empresarial, los inversores no perderán de vista la reunión de los consejos de CaixaBank y Bankia, que se celebrará esta tarde y en la que, salvo sorpresa mayúscula, se aprobará la fusión.