donald trump china portada 11
Donald Trump, presidente de China

El proteccionismo económico de Donald Trump está equivocado, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). Un estudio elaborado por el organismo ha concluido que son "las fuerzas económicas", y no los aranceles que aplica el presidente americano, los que "impulsan cambios en los saldos comerciales" entre las naciones, especialmente entre China y Estados Unidos.

Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, las balanzas comerciales bilaterales (la diferencia en el valor de las exportaciones e importaciones entre dos países) han sido sometidas a escrutinio. En el caso de EEUU, los asesores del presidente consideran excesivo el déficit comercial con China, país al que acusan de proteger su mercado mientras aprovecha además para robar avances tecnológicos a las empresas americanas y no respeta los derechos de propiedad intelectual.

Sin embargo, un estudio del FMI confirma que aplicar aranceles a los productos chinos no es la solución, ya que esta política es compensada por China mediante cambios en las balanzas bilaterales con otros socios, "a través de desviaciones comerciales, con poco o ningún impacto en el balanza comercial agregada, que es la suma de todas las balanzas comerciales bilaterales".

Para el FMI, la mayoría de los cambios en las balanzas comerciales bilaterales en las últimas dos décadas se explican por el efecto combinado de los factores macroeconómicos, que incluyen la política fiscal, los ciclos crediticios y, en algunos casos, las políticas de tipo de cambio y los subsidios generalizados a los sectores comerciales. "En contraste, los cambios en las tarifas desempeñaron un papel mucho más pequeño", señala el organismo.

Además, el efecto de los aranceles es perjudicial porque, en el contexto de una economía global caracterizada por cadenas de valor globales (donde la producción se lleva a cabo en múltiples países), los aumentos bruscos de las tarifas pueden generar costos económicos significativos a largo plazo, lo que empeora la situación de la economía mundial.

UN ESTUDIO DE DOS DÉCADAS

El FMI señala que su estudio ha analizado 34 sectores comerciales de 63 países durante los últimos 20 años. La evolución de las balanzas bilaterales en las últimas dos décadas ha sido, en gran medida, impulsada por fuerzas macroeconómicas que también determinan los saldos comerciales agregados. Estos factores incluyen la política fiscal, la demografía y la débil demanda interna, pero también pueden incluir políticas de tipo de cambio y políticas internas de la oferta, como subsidios a empresas estatales o a sectores de exportación.

Por ejemplo, los factores macroeconómicos representaron alrededor del 20% del cambio en la balanza comercial entre EEUU y Alemania entre 1995 y 2015, pero más del 95% del cambio en la balanza comercial entre EEUU China durante el mismo periodo.

En relación a los aranceles, desde mediados de la década de 1990, su significativa disminución y la caída en los costes de transporte y comunicaciones, ha ido acompañada de un aumento en la extensión y complejidad de las cadenas de valor mundiales. Esto ha permitido a los países ser más productivos y crear empleos.

EFECTO DOMINÓ EN LA ECONOMÍA MUNDIAL

La naturaleza integrada del actual sistema de comercio mundial sugiere que un fuerte aumento de los aranceles impactaría a los países y crearía un efecto dominó entre sí, dejando a la economía mundial en peor situación. Para el FMI, "los aumentos en los aranceles perjudicarían particularmente la producción, el empleo y la productividad, no solo para aquellas economías que los imponen y enfrentan directamente, sino también para las cadenas de valor de otros países".

Su cálculo es que para la mayoría de los países, el efecto negativo de un aumento generalizado del 1% en los aranceles de manufacturas (sin tener en cuenta los efectos de retroalimentación) es mayor hoy que en 1995. En el caso de Alemania y Corea, países con grandes sectores manufactureros que están particularmente altamente integrados en las cadenas de suministro globales; el impacto sería de alrededor del 0,5% y el 0,6% del PIB, respectivamente.

Por ello, el FMI aconseja las reducciones multilaterales de los aranceles y otras barreras no arancelarias (por ejemplo, de cuotas de importación o diferentes normas de productos en todos los países), ya que benefician al comercio y, a largo plazo, mejorarán los resultados económicos.

"Los formuladores de políticas deberían continuar promoviendo el comercio libre y justo, deshaciendo los aranceles promulgados recientemente y aumentando los esfuerzos para reducir las barreras existentes al comercio", concluye el FMI, que implícitamente contradice totalmente la política actual de Trump con China.

Noticias relacionadas

contador