- Ancelotti ya avisó de que sería difícil luchar por tres competiciones sin Alonso y Di María
- Las obras de ampliación del Bernabéu, paralizadas
El Real Madrid vive una crisis de juego, resultados y problemas extra deportivos tras un gran año de éxitos. La gestión de Florentino Pérez puede aclarar algunas dudas del porqué de esta situación.
El 24 de mayo de 2014, el Real Madrid tocaba el cielo de Lisboa con las manos cuando Iker Casillas levantaba la décima Copa de Europa de la historia del club. Se culminaba así uno de los proyectos deportivos más ambiciosos de la historia, con una inversión en fichajes de 973,2 millones de euros al cierre del mercado de fichajes de la temporada 2013-2014.
El reflejo de esto fue un título tan esperado como celebrado por la afición y una de las mejores plantillas de la historia. Carlo Ancelotti logró en su primera temporada lo que siete entrenadores antes que él no pudieron ni rozar. Tras la destitución de Del Bosque, que conquistó la novena Champions, bajo la gestión de Pérez pasaron por la casa blanca Carlos Queiroz, José Antonio Camacho, Mariano García Remón, Vanderlei Luxemburgo, Juan Ramón López Caro, Manuel Pellegrini y Mourinho.
El portugués fue el que más se acercó, con tres semifinales consecutivas, pero dejando a su paso una plantilla enfrentada, entre sí y con la grada, y un ambiente enrarecido que parecía muy difícil de eliminar. La solución fue apostar por la figura de un 'pacificador'. Un hombre tranquilo capaz de gestionar crisis y aportar a esa gran plantilla la serenidad necesaria para conquistarlo todo. Y a punto estuvieron, ya que de haber terminado mejor el tramo final de Liga habrían logrado un triplete para la historia.
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IMPOSICIÓN ECONÓMICA VS. NECESIDADES DEPORTIVAS
Tras años de lo que el propio Florentino definió como “malcriar” a sus jugadores, el presidente fichó a Mourinho para no tener que preocuparse de la parcela deportiva. Es algo lógico, el madrileño siempre se ha caracterizado por hacer del club una empresa rentable, con proyección internacional y con una potente estrategia de marketing detrás.
El problema llega cuando, tras su destitución, vuelve a entregar la batuta a un “hombre de club”, lo que traducido significa un entrenador que sepa cuál es la política del club. Y esa política es la de hacer cada año un ostentoso fichaje de relumbrón con el que seguir creciendo en ingresos, en giras mundiales, en venta de camisetas y, en definitiva, que engrandezca la marca 'Real Madrid'.
Esto no tendría nada de malo si la plantilla estuviera compensada, pero ese parece no ser el problema de Florentino, que ve oportunidades de negocio en cada nueva estrella mediática que trae al club. El entrenador debe estar agradecido, porque cuenta con la mayor inversión del planeta. Pero nada más lejos de la realidad, porque no se respetan sus decisiones deportivas y, además, se le pide que no se queje y que asuma su papel de mero 'administrador de personal'.
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DE AQUELLOS BARROS, ESTOS LODOS
Después de una temporada irrepetible, el Real Madrid realizó este verano otra importante inversión, más del presupuesto de algunos equipos de primera: Toni Kroos, que llegó por 25 millones de euros, James Rodríguez, 75 millones y Keylor Navas, 10 millones. Ancelotti se frotaba las manos con un centro del campo con muchas opciones y un recambio de lujo para Casillas.
Pero poco después llegaron las bajas de Di María y Xabi Alonso. El italiano ya avisó de que la plantilla no aguantaría una temporada completa sin dos centrocampistas de tanto peso en el equipo como el argentino y el tolosarra, pero no se le escuchó. Es más, su insinuación de que jugar con sólo tres centrocampistas es poco más que un suicidio ante los grandes de Europa se tomó a a risa en Cocha Espina. Los tres de los mejores delanteros del mundo deben bastar para ganar a cualquiera, fue la respuesta.
Una vez más, la apuesta por fichajes mediáticos deja una plantilla quebrada e insuficiente para pelear por todo, como se le exige cada año al equipo blanco. Lo peor es que el presidente les 'leyó la cartilla' a los jugadores en busca de respuestas tras lo sucedido en el último derbi. Supongo que alguien le explicaría que sin cinco titulares indiscutibles y sin repuestos de garantías para puestos tan delicados como los laterales o el medio centro, es muy complicado competir con la potencia física del Atlético de Simeone.
GIRAS GALÁCTICAS DE FLORENTINO POR EL MUNDO
Pero el fracaso en la gestión deportiva no es tan malo para Florentino, porque él juega con las inversiones del club para servir a un plan superior. Poco antes del fichaje de James, ACS se adjudicó la construcción y concesión por 25 años de la autopista Conexión Pacífico 1 por 692 millones de euros. Las giras de pretemporada que realiza el Real Madrid por Asia llegaron de la mano de una concesión del contrato de gestión de contenedores portuarios en Jin Tang.
Illarramendi llegó con las obras del estadio de Anoeta bajo el brazo y con Chicharito, ACS alcanzó un acuerdo para construir una refinería en México por valor de 432 milones de euros. A nadie se le escapa que los fichajes mediáticos tienen algo más que marketing de club detrás.
FRACASA LA AMPLIACIÓN DEL BERNABÉU... DE MOMENTO
El último capítulo de esta lista negra de ruido de fondo que nada tiene que ver con lo deportivo, llega con la faraónica obra de ampliación del estadio Santiago Bernabéu. Una obra en una de las zonas más caras de Madrid y que modificaría parte de una de las arterias principales de tráfico de la ciudad.
Una larga lista de 'acuerdos ventajosos' entre el Ayuntamiento de la capital española y el club durante años y años desde que Florentino llegó al club se han torcido tras una sentencia del Tribunal Superior que invalida esas operaciones. Otra puerta más que se cierra y que certifica que 2015 está siendo uno de los peores años para el Real Madrid.
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