A la vista del gráfico semanal del subyacente podemos ver cómo le tenemos “asomando la cabeza” ligeramente por encima de la parte superior del movimiento lateral desde finales de 2012.
Concretamente la resistencia se encuentra en el último máximo decreciente, en los 21,48 (máximos del pasado mes de febrero). Un cierre por encima de este nivel sería un primer aviso a navegantes de que la ruptura al alza podría ir en serio. Aunque es cierto también que presenta una resistencia muy importante a la vuelta de la esquina, en torno a los 23,90-24 puntos por donde pasa la directriz bajista desde finales de 2008. En cualquier caso la superación, con holgura y en velas semanales, de los máximos de febrero sería una clara señal de fortaleza en el índice de volatilidad y por ende de debilidad para las bolsas mundiales.
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