La preocupación sobre el crecimiento mundial se mantiene. Sin embargo, el estancamiento de la zona euro y el mal comportamiento de Japón en el segundo trimestre no ha impedido que el producto interior bruto (PIB) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) aumente un 0,4%.
Por regiones, la economía de la zona euro sufrió una ralentización entre abril y junio, con una progresión del PIB del 0,1% tras el 0,2% constatado entre enero y marzo, a causa de las estadísticas de los tres grandes países que la componen.
La economía alemana, que había subido un 0,7% en los tres primeros meses del año, retrocedió un 0,2% en los tres siguientes; la italiana bajó un 0,1% en el primer trimestre y un 0,2% en el segundo; la francesa se estancó en ambos.
Japón sufrió una caída del 1,7% de su actividad entre abril y junio, cuando había subido un 1,5% en el precedente, algo que la OCDE atribuyó "en parte" al efecto inducido por el incremento del impuesto sobre el consumo en abril.
EEUU Y REINO UNIDO EN LA LOCOMOTORA
Entre los grandes motores de la aceleración en el segundo trimestre del crecimiento estuvo Estados Unidos, con un alza de su PIB del 1%, tras la contracción que había experimentado (-0,5%) en el primero.
El Reino Unido vio su PIB subir un 0,8% en cada uno de esos dos trimestres. La OCDE no ofreció en detalle los datos de otros de sus Estados miembros.