El juez ha impuesto fianzas civiles para Rodrigo Rato, por 3 millones de euros y 16 millones para Blesa por el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia. Tienen hasta el miércoles para depositarlas con apercibimiento de que si lo hacen se les embargarán los bienes. Estas fianzas pueden recurrirse, pero aunque lo hagan, deben seguir depositando las cantidades impuestas por el juez. Todo apunta a que presentarán sendos recursos.
El juez impone estas fianzas para asegurar las responsabilidades pecuniarias: tanto responsabilidad civil como las multas que se terminen imponiendo.
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Las cantidades suman el dinero que se gastaron durante sus mandatos como presidentes de Bankia y Caja Madrid, respectivamente, de forma ilícita más un 25% mínimo de más que recoge la ley que se puede añadir a la imposición de la fianzas.
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Las fianzas quedan tipificadas por Administración Desleal, esto es, conductas causantes de perjuicios por parte de los administradores de una sociedad con abuso de las funciones propias de su cargo. El auto estará disponible mañana.
Fuentes de la acusación aseguran que tanto Rato como Blesa han pasado "momentos de apuro" durante sus declaraciones, y que el Fiscal y el juez han estado muy activos en los interrogatorios. Ildefonso Sánchez Barcoj, antiguo director financiero de Caja Madrid-Bankia y supuesto ideólogo de la práctica de las tarjetas también ha declarado hoy en la Audiencia Nacional.
CONTRADICCIONES PERO CON PUNTOS EN COMÚN: ERA UNA PRÁCTICA CONOCIDA
Rato y Blesa han coincidido en que el uso de estas tarjetas era un "complemento retributivo", pero han marcado diferencias. Para Barcoj se trataba de un "complemento retributivo flexible"; para Blesa, de un "complemento retributivo de libre disposición"; mientras que Rato lo ha definido como una "retribución pero no complemento".
No obstante, Rato ha asegurado en su declaración, a la que ha tenido acceso Bolsamanía, que se trataba de un instrumento público" y que "era, claramente, una tarjeta conocida, controlada y ligada al cargo". La acusación asegura que también Blesa ha presentado estas prácticas como una tradición, como una práctica institucionalizada.
SE ECHAN LA CULPA UNOS A OTROS
El supuesto ideólogo del uso de las tarjetas opacas, Sánchez Barcoj, ha sido muy claro al responsabilizar a los dos presidentes y ha defendido que los gastos en los que él incurrió eran para representación.
Blesa, por su parte, ha asegurado que el asunto lo gestionaba recursos humanos, aunque ha reconocido que él daba el visto bueno. Blesa ha señalado además al anterior presidente de Caja Madrid, Jaime Terceiro.
Ha matizado que él no decidía sino que lo hacía el comité de medios. Para Blesa se trataba de una compensación de gastos por el ejercicio de los consejeros. El fiscal Alejandro Luzón ha sido duro con Blesa cuando éste ha asegurado que él pedía explicaciones sobre las tarjetas pero nadie le contestaba: "Usted es el presidente, las explicaciones debe darlas usted".
El expresidente de Caja Madrid ha mantenido que, a diferencia de Rato, no ha devuelto el dinero porque lo consideraba una retribución complementaria y porque pensó que había declarado estos gastos. Una contradicción en su propia defensa porque luego ha explicado que ha regularizado estos gastos ante Hacienda.
Rato, finalmente, ha dicho que su tarjeta se la entregó Sánchez Barcoj y que pensaba que formaba parte de su nómina. El expresidente de Bankia ha explicado que cuando él llegó a la entidad decidió que dispusieran de tarjetas solo cinco personas. Ha reconocido que esa sí fue su decisión, pero se ha desmarcado de cualquier responsabilidad sobre su creación De hecho, en su declaración asegura que "si, al parecer, en una inspección realizada en 2007, Hacienda planteó la necesidad de que estas tarjetas no fueran contabilizadas como gasto de la entidad, jamás se me hizo llegar esta circunstancia ni se me planteó por miembro alguno de la entidad".
En la calle, medio centenar de preferentistas y afectados por la salida a bolsa de Bankia han increpado a los tres imputados al grito de "borrachos y puteros nos roban el dinero", aunque han estado rodeados de fuertes medidas de seguridad a unos metros de la puerta de la Audiencia Nacional.
Rato ha garantizado que esta peculiaridad de Caja Madrid no existía en las otras cajas que integraron Bankia.
EL POLÉMICO PAGO A RATO DE LAZARD, EL ASESOR DE LA SALIDA A BOLSA DE BANKIA
El fiscal ha preguntado a Rato sobre los 6 millones que cobró del asesor de la salida a Bolsa de Bankia, el banco de inversión Lazard, donde él estuvo trabajando antes de recalar en la entidad. El expresidente ha explicado que fue un pago por su trabajo en Lazard, que eran opciones sobre acciones, derechos que solo podían hacerse efectivos en 2011, aunque el derecho era de 2008.