• Las autoridades sanitarias dicen que no representan ningún riesgo para la población
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El médico estadounidense Kent Brantly que fue dado de alta tras ser tratado con un suero experimental por contraer el ébola cuando trataba a víctimas del mortífero virus en Liberia ha pedido no dejar de orar por África, al mismo tiempo que ha dicho que su recuperación "ha sido un milagro".

"Dios me ha salvado la vida, dijo Brantly en una conferencia de prensa en la que agradeció a su equipo médico por el apoyo recibido.

Brantly que estuvo ingresado en el hospital universitario de Atlanta Emory, recibió ZMapp, un fármaco experimental empleado en unos pocos pacientes en el brote de la enfermedad en África Occidental, y voló a Estados Unidos este mes.


LA OTRA PACIENTE

Pero no ha sido el único. Nancy Writebol, la misionera que lo acompañaba también ha sido dada de alta. No obstante, aunque está libre del virus, los efectos del virus la han dejado en una condición debilitada por lo que ha sido trasladada a un hospital privado para poder darle el descanso y la recuperación que necesita en este momento.

Brantly quiere ir ahora a un lugar a descansar con su esposa y sus hijos después de la conferencia de prensa.

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LAS DECLARACIONES DE LOS MÉDICOS

Bruce Ribner, director médico de la unidad de enfermedades infecciosas del hospital, dijo que el hospital ha realizado pruebas de sangre y orina amplias antes de dar de alta a los pacientes. Así ha descartado que puedan suponer un riesgo público.

"El número de fallecidos por el brote de virus del ébola en África Occidental llega a 1.350"

Tanto Brantly y Writebol recibieron dosis del fármaco experimental, llamado Zmapp, que incluye anticuerpos artificiales contra el Ébola. Aunque Zmapp se ha mostrado prometedor en los animales, los expertos han dicho que no es posible concluir si Zmapp ha sido suficiente para curar su enfermedad.

Lo cierto es que el virus del ébola sigue siendo peligroso, el miércoles la Organización Mundial de la Salud informaba que el número de fallecidos por el brote de virus del ébola en África Occidental ha ascendido a 1.350 desde que comenzó a extenderse el pasado mes de marzo.

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