MADRID, 30 MAY. (Bolsamania.com/BMS) .- Habla el escritor mexicano Enrique Krauze del “resurgimiento extraño y preocupante de este nacionalismo populista de los grupos estos que han salido últimamente” y se refiere a la gran sorpresa de las elecciones europeas del domingo: Podemos. Según explica a El Confidencial espera que el “tema chavista bolivariano, como se le quiera llamar en España, haga despertar a las mejores conciencias liberales y socialistas, a las más honestas y claras”.
Hablando de Octavio Paz, y si su poesía podría ser referencia e influencia en este tipo de partidos y sus votantes, afirma de la formación de Pablo Iglesias que “si se trata de un grupo que tiene respeto por las figuras de Chávez o de Fidel Castro fue contra lo que luchó y luchamos durante los últimos treinta años de su vida. Nosotros creemos en las libertades y en la democracia y en la socialdemocracia con todos sus enormes defectos. Lo que nos parece más peligroso es el liderazgo carismático, es decir, poner en manos de una persona, con pretensiones de redimir a la sociedad. Esto fue lo que pasó en Cuba y Venezuela. Hubo un despilfarro económico y la adoración a la figura religiosa de un caudillo”.
En este punto, el periodista le señala que “en esta caso han sido apoyados democráticamente” y tajante Krauze responde que Hitler también lo fue. Una comparación sin duda odiosa y que el escritor matiza: “Pero con Chávez sí podemos compararlo. No puedo erigirme como un analista de lo que acaba de suceder en España, pero conocí al señor Juan Carlos Monedero y sus opiniones me parecieron rígidas. Es un propagandista del chavismo. España me preocupa, me duele España”.
Reconoce que el mayor problema de nuestro país es la corrupción de la clase política “y en la medida en que los nuevos grupos apunten contra eso me parecerá muy bien, siempre que respeten las libertades y los cauces democráticos. En Cuba no existe una sola libertad y en Venezuela esta conversación que estamos teniendo no sería posible. Venezuela es un país que va hacia la dictadura y en la bancarrota. En nombre de la igualdad no pueden suprimirse las libertades”.
S.C.