La Ley de Mecenazgo, que lleva paralizada desde 2011, está siendo ultimada por el Gobierno. El Ejecutivo pretende mejorar los incentivos fiscales de las donaciones que se realicen a entidades beneficiarias del mecenazgo. Además, se introducirán mejoras que afectarán a la microfinanciación colectiva o “crowdfunding”.

Hacienda establecerá, con esta ley, una deducción del 75% del IRPF para los donativos de hasta 150 euros, mientras que los que superen la cantidad tendrán una desgravación general del 30%. Esto afectará a las entidades o particulares que hagan donativos a proyectos y actividades sin ánimo de lucro.

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El diario El País establece una comparativa clara. Un contribuyente que realiza una donación periódica a una ONG de 240 euros al año tiene una deducción de 60 euros. Cuando se apruebe la Ley de Mecenazgo, esta deducción ascenderá a 99,75 euros en 2015 y 139,5 euros en 2016.

Para el caso de las empresas, la desgravación aumentará hasta el 40% cuando el donativo se mantenga durante 3 años seguidos y sea periódico.

El Ministerio de Hacienda, quien tiene la última palabra sobre este tema, está dispuesto a subir en 5 puntos las desgravaciones para los donativos. De esta forma, pasarán del 25% al 30% en 2016 si esta propuesta llega a salir adelante.

Esta medida trata de fidelizar las donaciones y estabilizar los ingresos de las ONGs y los proyectos culturales sin ánimo de lucro y, en cierto modo, reconciliarse con este ámbito, tan castigado por la subida de impuestos.

Sin embargo, aunque Luis de Guindos ha afirmado que estas medidas “nos acercan a países más avanzados”, lo cierto es que en los países de nuestro entorno se aplican unas deducciones mucho más altas.

Por ejemplo, en Francia, las reducciones son del 60% y el 66% para empresas y particulares respectivamente, mientras que en Italia esto es más desigual, siendo del 100% para empresas y del 19% para particulares. Por su parte, en Reino Unido, las desgravaciones llegan al 70%.

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