Sorpresa para el mercado. El Banco de Rusia ha determinado una subida de medio punto porcentual del tipo de interés de referencia del país, que pasará así el próximo lunes a ser del 8% en vez del 7,50%, con el objetivo de paliar el potencial impacto negativo de las mayores tensiones geopolíticas sobre los precios y la valoración del rublo.
"La desaceleración de la inflación en julio ha sido más lenta de lo esperado y los riesgos inflacionistas han aumentado por una serie de factores, incluyendo el agravamiento de la tensión geopolítica y su potencial impacto sobre el cambio del rublo, así como las potenciales modificaciones de impuestos y tasas", explicó el banco central ruso y según recoge EP.
La institución recordó que la tasa de inflación interanual en junio llegó al 7,8%, mientras que la inflación subyacente aumentó un 7,5% como consecuencia de la depreciación del rublo. Es más, la estimación preliminar para julio apunta a una modesta desaceleración que situaría la tasa de inflación en el 7,5% interanual.
El Banco de Rusia admitió que en gran medida esta modesta desaceleración del alza de precios se explica prácticamente en su totalidad por la contención de las subidas de los precios administrados y del coste de los suministros de agua, gas y electricidad.
Asimismo, la entidad advirtió de que las condiciones monetarias en Rusia han sido más restrictivas desde el pasado mes de marzo como consecuencia, entre otras cosas, de factores geopolíticos, provocando una ralentización del crédito.
LA SITUACIÓN DE LA ECONOMÍA
Por otro lado, la institución señaló que la economía rusa experimentó una moderada mejoría en el segundo trimestre, lo que permitió frenar la caída de actividad registrada en los tres primeros meses del año, aunque la combinación de elementos internos y el escaso vigor de las economías de varios socios comerciales de Rusia lastran la recuperación, respaldada sólo en parte por los altos precios del petróleo.
Aunque el escenario base del Banco de Rusia contempla un paulatino descenso de la inflación en la segunda mitad del año, advirtió de que existe la creciente posibilidad de "tendencias negativas que aceleren la inflación.
De este modo, la decisión de elevar los tipos de interés busca facilitar las condiciones para que la inflación se aproxime a final de año a un rango de entre el 6% y el 6,5% y al objetivo del 4% a medio plazo.
"Si los riesgos de una alta inflación persiten, el Banco de Rusia continuará suibiendo los tipos de referencia", añadió la institución.