- Es un golpe a las ya menguantes esperanzas de la presidenta Rousseff de resultar reelegida
La sombra de la recesión no sólo se ha aproximado a Europa. La economía de Brasil cayó en recesión en la primera mitad del año, según han mostrado los datos del Gobierno publicados el viernes, en un golpe a las ya menguantes esperanzas de la presidenta Dilma Rousseff de resultar reelecta en los comicios de octubre.
"La mayor economía de Latinoamérica ha tenido un lento crecimiento por más de tres años bajo las políticas de izquierda de Rousseff, que han disminuido la confianza de los consumidores y de las empresas y han provocado fuertes pérdidas para los inversores financieros", dice en un artículo de Reuters.
Es más, la economía brasileña se deprimió con más fuerza en el segundo trimestre, cuando registró una contracción de un 0,6% respecto al primer trimestre, según datos publicados por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
También se ha revisado a la baja su estimación para la actividad económica del primer trimestre a una contracción de un 0,2%, lo que significa que la economía entró en recesión.
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Así, ni el Mundial ni las medidas adoptadas por el Banco Central en junio y julio han conseguido "mover la economía", al contrario, los festivos públicos en los días de partidos para prevenir problemas logísticos, como altas congestiones de tránsito vehicular provocaron una desaceleración en muchas fábricas y entre los minoristas.
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Hay que destacar que la última recesión de Brasil tuvo lugar desde fines del 2008 hasta comienzos del 2009, durante la crisis financiera global, destaca la agencia.
Todo esto ocurre además en momentos en los que las encuestas empiezan a dar malos resultados para Rousseff que hasta hace unos meses se veía como una alternativa segura para mantenerse en la presidencia de Brasil.
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