Silicon Valley, cuna de la informática y un vivero enorme de empresas tecnológicas y startups se ha convertido también en un buen lugar para invertir en los medicamentos del futuro.
Dave Asprey, un emprendedor de Silicon Valley, desayuna cada mañana un cóctel de unas 15 pastillas, junto con su Bulletproof Coffee, que está diseñado para aumentar la concentración. También se traga una resina color oscuro llamada Unfair Advantage, un producto que dice que ayuda a su cuerpo a metabolizar los alimentos de manera más eficiente.
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Esto es una mezcla de lo que se conoce como drogas o medicamentos inteligentes, un término amplio que abarca compuestos que pueden aumentar la función cognitiva. También describe a muchos de ellos como nootrópicos, lo cual generalmente se refiere a suplementos o nutrientes naturales 'inteligentes'.
La idea es mezclar y combinar las suficientes píldoras como para encontrar el combo perfecto; la combinación ganadora es lo que se conoce como una “pila”. La pila de Asprey está en constante evolución a medida que experimenta con diferentes ingredientes.
'HACKEAR' EL CUERPO HUMANO
Asprey dice que dedicó 15 años y más de 300,000 dólares a “hackear su propia biología”. Junto con los suplementos, también utiliza técnicas para ejercitar su cerebro; y afirma haber incrementado su coeficiente intelectual en 20 puntos. Su podcast de salud ha sido descargado más de 6 millones de veces.
Ahora comercializa y vende algunos de los suplementos que toma. Muchos de sus clientes están en Silicon Valley, donde la competencia es feroz y hay presión para tener buen desempeño. Con una investigación limitada sobre los efectos a largo plazo de los fármacos inteligentes, gran parte de la experimentación es polémica. Pero eso no detiene a las personas, de acuerdo con Tim Ferriss, un emprendedor e inversor de Silicon Valley.
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