- Mal partido del equipo blanco en ataque y con serios errores en defensa
- Clos Gómez, protagonista por su polémico arbitraje, pitó un claro penalti a Ramos cuando mejor jugaban los blancos
El Atlético ha vencido con solvencia al Real Madrid en un duro encuentro, propio de un derbi, en el que solo existieron los rojiblancos. Un gol de Rául García de penalti y otro de Giménez, encarrilan la eliminatoria.
El fútbol es un deporte de momentos. Una jugada puede cambiar el rumbo de un partido, e incluso la dinámica de todo un equipo. Esto fue lo que le ocurrió al Real Madrid en Mestalla el domingo, cuando una jugada clara de Bale desniveló la balanza, de lo que pudo ser el 1-2 se pasó al 2-1 irremontable a posteriori.
Esta noche ha ocurrido lo mismo, con un equipo que no supo reponerse de un penalti tonto, pero al fin y al cabo claro. Es cierto que es una jugada que se repite hasta la saciedad en todos los partidos, pero también es cierto que el agarrón de Ramos sobre Raúl García, que acaba derribando al delantero rojiblanco es inapelable.
Este punto de inflexión, marcó el devenir del partido, en el que el Real Madrid se lanzó cuesta abajo y sin frenos y no supo como darle la vuelta, ni siquiera con la entrada de Cristiano en el terreno de juego, suplente hasta el minuto 58. Ancelotti dispuso un 4-4-2 de inicio que le otorgó el control del partido y que le permitió a su equipo gozar de cierta tranquilidad en la primera mitad, que terminó con 0-0.
LOS ERRORES DEFENSIVOS SENTENCIAN AL REAL MADRID
Tras el descanso, el equipo blanco disfrutó de sus mejores minutos del encuentro. Con un Atlético replegado esperando a la contra, el equipo blanco dio un paso al frente, adelantó la defensa y buscó con mayor ahínco el gol. Pero el claro agarrón del central sevillano condenó a su equipo.
La pena máxima la transformó a la perfección Raúl García, ajustando al palo derecho, lo que hizo inútil la gran estirada de Keylor Navas. A partir de ahí, el Atlético se creció. Metió a Koke y poco después a Arda y aprovechó un córner para volver a enseñar las vergüenzas de la zaga madridista.
Fallo en el marcaje y golazo de cabeza de Giménez, que sorprendió a todos para mandar la pelota al fondo de las mallas y encarrilar la eliminatoria para su equipo. La vuelta promete ser apasionante, dentro de una semana en el Bernabéu, donde podría regresar un Torres cuyó debut quedó en mera anécdota.
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