El Banco de Canadá (BoC, por sus siglas en inglés) ha sorprendido este miércoles con una subida de 25 puntos básicos en los tipos de interés, que los dejan en el 4,75%, mientras que el consenso esperaba que se mantuviera sin cambios en el 4,5%.
El banco central ha asegurado que esta decisión se debe a su "opinión de que la política monetaria no fue lo suficientemente restrictiva para equilibrar la oferta y la demanda y devolver la inflación de manera sostenible a la meta del 2%". Además, "el endurecimiento cuantitativo está complementando la postura restrictiva de la política monetaria y normalizando el balance del Banco".
"El Consejo de Gobierno seguirá evaluando la dinámica de la inflación subyacente y las perspectivas de inflación del IPC. En particular, estaremos evaluando si la evolución del exceso de demanda, las expectativas de inflación, el crecimiento de los salarios y el comportamiento de los precios corporativos son consistentes con el logro de la meta de inflación", ha asegurado el organismo.
Sobre la evolución del país, ha señalado que "la economía de Canadá fue más fuerte de lo esperado en el primer trimestre de 2023, con un crecimiento del PIB del 3,1%".
"El crecimiento del consumo fue sorprendentemente fuerte y de base amplia, incluso después de tener en cuenta el impulso del aumento de la población. La demanda de servicios siguió repuntando. Además, aumentó el gasto en bienes sensibles a los intereses y, más recientemente, la actividad del mercado de la vivienda repuntó", ha asegurado.
Asimismo, "el mercado laboral sigue siendo ajustado", puesto que "el aumento de la inmigración y las tasas de participación están ampliando la oferta de trabajadores, pero se han contratado rápidamente nuevos trabajadores, lo que refleja una fuerte demanda continua de mano de obra". "En general, el exceso de demanda en la economía parece ser más persistente de lo previsto", ha destacado.
El IPC canadiense escaló en abril hasta el 4,4%, en lo que supone su primer aumento en 10 meses, "con precios de una amplia gama de bienes y servicios más altos de lo esperado".
"La inflación de los precios de los bienes aumentó, a pesar de los menores costos de la energía. La inflación de los precios de los servicios se mantuvo elevada, reflejando una fuerte demanda y un mercado laboral ajustado. El Banco continúa esperando que la inflación del IPC disminuya a alrededor del 3% en el verano, a medida que los precios más bajos de la energía se trasladen y las grandes ganancias de precios del año pasado no figuren en los datos anuales", ha asegurado.
Sin embargo, agrega, "con las medidas de tres meses de la inflación subyacente en el rango de 3,5%-4% y el exceso de demanda persistente, ha aumentado la preocupación de que la inflación del IPC podría estancarse materialmente por encima del objetivo del 2%".
En la escena internacional, el organismo señala que "la inflación de los precios al consumidor está bajando, reflejando en gran medida los precios más bajos de la energía en comparación con hace un año, pero la inflación subyacente sigue obstinadamente alta".
"Si bien el crecimiento económico en todo el mundo se está debilitando ante las tasas de interés más altas, los principales bancos centrales están señalando que es posible que las tasas de interés deban aumentar aún más para restaurar la estabilidad de precios", ha manifestado.
Con todo, destaca que "se espera que el crecimiento en China se desacelere después del aumento en el primer trimestre", y valora que "las condiciones financieras se han vuelto más estrictas que antes de las quiebras bancarias en Estados Unidos y Suiza".