El tercer viernes de cada trimestre, tal día como hoy, vencen las opciones y futuros sobre índices y acciones tanto en Europa como al otro lado del Atlántico, lo que suele traducirse en una jornada de fuerte volatilidad, o eso es lo que le gusta decir a medio mundo.
La peculiaridad de esta “cuádruple hora bruja” es que es la primera del año, pero poco más. Mi experiencia me dice que "no es tan fiero el león como lo pintan". Es cierto que hay vencimientos más volátiles que otros, pero por lo general diría que lo que les caracteriza es un mayor incremento del volumen. Volumen que, por otro lado, se empieza a notar desde comienzos de la semana y que, poco a poco, suele ir aumentando conforme se aproxima el vencimiento.
Me atrevería a decir, y es una opinión personal, que los movimientos más volátiles se suelen producir justo en las sesiones más inmediatas al vencimiento y no tanto en el viernes del vencimiento. De hecho, no suele ser normal que los inversores/especuladores dejen para el último día el “rolo” (roll over) de las posiciones. Al fin y al cabo, un vencimiento no es más que una fecha límite en la cuál vencen (se ejecutan) numerosos productos derivados y en el que hay que decidir si cerramos la posición o por el contrario nos “rolamos” (traspasamos) al siguiente vencimiento. De lo que sí que estoy convencido es de que, una vez que el vencimiento finaliza, es como si los mercados quedaran de alguna manera liberados, como si se les diera rienda suelta. En muchas otras ocasiones este tipo de macro-vencimientos han servido de punto de inflexión con respecto a las tendencias previas dominantes en ese momento.
¿Por qué recibe este nombre?
La Cuádruple Hora Bruja es una sesión a la que también se la conoce como Freaky Friday. Este nombre hace referencia a los movimientos extraños que realizan los mercados en esa sesión. Así, Freaky Friday vendría a significar un viernes raro, extraño, o viernes estrafalario. Muchos hacen la comparación de esta sesión como un día de mucho trasiego de operaciones en los dos sentidos, los inversores que cierran posiciones y los que las traspasan al siguiente vencimiento (roll over). Se cruzan numerosas operaciones de todo tipo, tanto al alza como a la baja en muy poco tiempo, de ahí la “teórica” alta volatilidad de la sesión y el fuerte volumen.
Tradicionalmente se utilizaba el término “triple hora bruja” para designar al tercer viernes de cada trimestre (marzo, junio, septiembre y diciembre) meses en los que vencen los contratos trimestrales de opciones y futuros sobre índices y las opciones sobre acciones. Posteriormente, con el nacimiento de los futuros sobre acciones, pasó a bautizarse como “cuádruple” hora bruja.
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