La hija mayor del fallecido Emilio Botín será a partir de ahora la nueva presidenta del Banco Santander. Para la prensa internacional, esta cuarta generación de la familia Botín era la opción esperada, aunque Emilio Botín nunca hubiera anunciado un plan de sucesión.
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The New York Times destaca que la hija mayor de Emilio Botín “ha sido capacitada durante mucho tiempo por su padre para hacerse cargo” de la entidad, “aunque no había anunciado ningún plan oficial de sucesión”. Asimismo, recuerda que comenzó su carrera en nueva York con JP Morgan Chase y que posteriormente regresó a España y se hizo cargo de Banesto.
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The Wall Street Journal señala que Ana Patricia Botín era la opción más probable para “conseguir el trabajo ocupado por tres generaciones de Botines”. El rotativo neoyorkino especulaba también con la posibilidad de que alguno de los tres vicepresidentes del banco asumiera la presidencia durante un periodo de tres a cinco años, para dejar después el cargo a la primogénita de la familia Botín O’Shea.
Para Bloomberg, “Ana Patricia Botín ha dado poca importancia a su linaje desde que entró en el consejo de Banco Santander hace 26 años”. “Desde un punto de vista de gobierno corporativo, puede no ser ideal, con un presidente nombrado por herencia y en el contexto de una familia controlando sólo un pequeño porcentaje del capital del banco”, indica este medio.
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También Reuters coincide que la sucesión de Botín en su hija no es la mejor opción en cuestión de imagen corporativa. No obstante, reconoce que la nueva presidenta de Banco Santander ha pasado más de 25 años en la entidad y que es una opción de continuidad.
Por su parte, Financial Times recuerda que esta será la cuarta generación de la familia Botín al frente de la entidad en 105 años, mientras The Guardian señala que “el banco tiene una historia de nombrar a miembros de la familia” para dirigir la entidad, aunque ahora la familia sólo posee en torno a un 2% de las acciones.
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