En el corto plazo nuestro selectivo se ha frenado en la directriz bajista que une los máximos decrecientes de los últimos meses.
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Resulta curioso que cada vez que nuestro índice inicia una lógica y merecida corrección muchos inversores se pregunten aquello de si se ha terminado la actual tendencia alcista que viene durando ya dos años. Y es que como se suele decir la memoria del inversor es muy corta. Esto es lo que suele ocurrir cuando nos limitamos a mirar el día a día y no somos capaces de ver las cosas en perspectiva. Es cierto que esta última corrección ha sido más violenta que las anteriores pero es lógico puesto que la pendiente del precio es cada vez más alta. Lo interesante está en darse cuenta de que la última corrección se ha frenado, al tick, en la directriz alcista de largo plazo, y ahora sí que podemos hablar de directriz puesto que son ya tres los apoyos a la misma. Por no hablar de los impecables mínimos y máximos crecientes que nuestro selectivo, al igual que el conjunto de Europa, continúan dibujando.
Ahora bien, en el corto plazo el Ibex 35 se ha parado justo en la directriz bajista que une los máximos de junio y julio y se está tomando un pequeño respiro, merecido por cierto tras un rally de casi el 10% en tres semanas. En realidad la clave para las próximas semanas/meses la tenemos en los mínimos del pasado 8 de agosto en los 9.946 puntos. Es decir, en la medida en que no se perforen dichos mínimos parece cuestión de tiempo, de semanas, que se pueda poner a prueba los máximos anuales con una probabilidad alta de superarlos.
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