Las actas de la última reunión de la Reserva Federal, celebrada a mediados de diciembre, han anticipado que el banco central de EEUU realizará una pausa en el proceso de subidas graduales de los intereses que había realizado durante 2018. El pasado año, la Fed subió los intereses en cuatro ocasiones en el final de cada trimestre.
Según muestra el documento recién publicado por la Fed, algunos miembros del FOMC, el Comité Federal de Mercado Abierto que decide la política monetaria, incluso defendieron que no se subieran los intereses en la reunión de diciembre.
Las actas señalan un gran contraste entre los sólidos datos económicos en EEUU, que indican "una fortaleza continuada" de la actividad, y la "volatilidad de los mercados financieros, con descensos destacados de las bolsas y mayores diferenciales en el crédito corporativo, junto a un aplanamiento de la curva de tipos".
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Powell rectifica: la Fed puede cambiar su política sobre la reducción del balanceEl documento añade que este endurecimiento de las condiciones financieras "refleja en parte las preocupaciones sobre la previsión económica global". En este escenario, de manera "general", los miembros del FOMC "revisaron a la baja sus evaluaciones individuales sobre la senda apropiada de la política monetaria", al mismo tiempo que mantuvieron "sin cambios destacados" sus previsiones económicas.
Sobre la decisión de subir los intereses en la reunión de diciembre, aunque ningún miembro del FOMC votó en contra, "unos pocos partícipes" defendieron que sería más conveniente mantener los tipos "debido a la ausencia de presiones inflacionistas", que permiten la estrategia de "esperar y ver" cómo evoluciona la economía "tras el reciente aumento en la volatilidad financiera y la incertidumbre sobre el crecimiento global".
La mayoría de miembros del FOMC indicaron que estos factores han provocado que la senda de la política monetaria sea "menos clara", por lo que, "en ausencia de presiones inflacionistas", el banco central puede permitirse "ser paciente" a la hora de endurecer su política monetaria.
En este sentido, la Fed decidirá su política monetaria en función de los datos económicos que se vayan conociendo, y ajustará sus decisiones en función de los riesgos "a la baja o al alza" para el crecimiento económico y la inflación.
Aunque las actas muestran en líneas generales el cambio de postura de la Fed hacia una política monetaria menos agresiva en 2019, el presidente de la Fed, Jerome Powell, tuvo que rectificar algunos de sus comentarios realizados durante la rueda de prensa posterior y que no gustaron al mercado, sobre todo el que se refirió a que la reducción del balance estaba "en piloto automático".
"La Fed no dudaría en cambiar su postura sobre el balance si considera que (su reducción) se ha convertido en parte del problema", afirmó Powell durante un coloquio con Janet Yellen y Ben Bernanke. "No pensamos que nuestra operativa sea una parte importante de las turbulencias del mercado, pero si llegamos a otra conclusión, no tendremos problemas en cambiar", añadió.
Sus palabras fueron muy bien recibidas por Wall Street, que ha encadenado cuatro jornadas consecutivas de ganancias (el viernes la Bolsa de Nueva York se disparó más del 3%), lo que ha permitido al S&P 500 rebotar más del 10% desde los mínimos anuales del año pasado, marcados el pasado 26 de diciembre en 2.346 puntos.
Tras la publicación de las actas, los expertos de Oxford Economics anticipan que la próxima subida de tipos en EEUU no se producirá, al menos, hasta la reunión que se celebrará entre el 30 de abril y el 1 de mayo.