- El PP ha analizado el fenómeno Ciudadanos: quieren repetir algunas de sus estrategias
El PP tiene que enfrentarse a dos serios contrincantes en las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Al auge de Podemos, que ha ocupado la agenda política desde las elecciones europeas de 2014, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debe sumar otro foco de preocupación de cara a las citas con las urnas que se le plantean en los próximos meses: Ciudadanos (C's), el partido que lidera Albert Rivera. Mientras muchos dirigentes populares han atacado a Rivera, otros, como Esperanza Aguirre o Alfonso Alonso, le tienden una mano.
Los nueve escaños que la fuerza naranja consiguió en las elecciones andaluzas presagian un largo recorrido para el partido. De hecho, sondeo tras sondeo, son una de las pocas agrupaciones políticas que obtiene buenos resultados, superándose en cada nueva encuesta que se publica. Albert Rivera es de los líderes que va sacando mejores notas y ya es el más valorado en los estudios de intención de voto.
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La realidad avala las previsiones que les auguran buenos resultados, ya que las afiliaciones al partido han crecido un 33% entre el 1 de marzo, cuando eran unos 15.000, y el 27 de marzo, cuando superaron el umbral de los 20.000, en parte como consecuencia de la incorporación de antiguos militantes de otros partidos, principalmente de UPyD y del PP. A principios de este mes los datos mostraban que 12.000 de los 15.000 afiliados no procedían de ningún partido, y que otros 1.200 militaron anteriormente en UPyD, unos 1.000 en el PP, 300 en el PSOE y 800 en formaciones regionales y locales.
Estas buenas expectativas se vieron reforzadas por los resultados en Andalucía, que se interpretaron en clave nacional: barrieron a UPyD y robaron alrededor de 300.000 votos a los populares -del medio millón que perdieron-, según reconocieron fuentes del partido a ABC. Los dirigentes populares están muy pendientes del fulgurante ascenso de Ciudadanos. Atribuyen parte del éxito de la formación a que capta los votos de los electores desencantados con los populares, a quienes “no llega el mensaje de la recuperación y la regeneración democrática en la que se emplea La Moncloa”.
Ciudadanos robó en Andalucía alrededor de 300.000 votos a los populares
Tal vez por este motivo, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, ha explicado en ABC que se abren a posibles pactos con C's. De hecho, ha admitido admite que "quizá" se equivocaron al "no considerar o despreciar al adversario". Y le ha lanzado toda una declaración de intenciones: si el partido de Albert Rivera "quiere jugar en el centro político", el PP tendrá "capacidad de encuentro con ellos".
LA CLAVE DEL ÉXITO
¿Pero, de dónde viene este partido? Si bien en Cataluña no son en absoluto nuevos, ya que entraron en el Parlament en 2006, con tres diputados y actualmente ocupan nueve escaños, Ciudadanos está tomando muchísima fuerza a nivel nacional, ya que, tal y como indican politólogos y expertos, son la réplica de centro-derecha del fenómeno Podemos. Su defensa de la unidad de España, del español sin complejos y de las políticas más clásicas del neoliberalismo económico los ha convertido en una amenaza para el Partido Popular: son una alternativa real para un tipo de votante joven y urbano que busca las mismas ideas de siempre pero, al menos en apariencia, sin la carga ideológica más tradicional y reaccionaria que lastra al PP, según politólogos.
Sin embargo, a nivel formal tienen mucho que ver con la fuerza que dirige Pablo Iglesias: Albert Rivera, el presidente del partido, también es un representante joven y carismático; ambas fuerzas se han sabido beneficiar de lo que se ha llamado “platocracia”, que no es más que el acudir a todos los platós de televisión y ocupar portadas de diarios y espacios radiofónicos desde donde hacerse un nombre; además, Podemos y C’s tienen un manejo ejemplar de las redes sociales y de los nuevos canales de participación ciudadana que les ha ayudado a conectar con gran parte de su electorado.
Sin duda, son propuestas frescas y renovadas, pero no dejan de ofrecer la eterna polarización izquierda - derecha, aunque adaptada al escenario post crisis y sin los tics y vicios de los partidos tradicionales, siempre según lo que de ellos resaltan expertos y conocedores del tema. Quienes por cierto también revelan otro punto coincidente entre Podemos y C’s: la poca claridad de sus programas, más allá de la crítica desaforada a las formaciones tradicionales y la defensa de algunos puntos con tintes populistas.
Volviendo a C’s, el tiempo dirá, pero los primeros análisis del auge más reciente de la formación apuntan a dos causas: por una parte se han beneficiado del efecto Podemos. Sin Pablo Iglesias y su formación lila no se entendería el fenómeno Albert Rivera, que parece haber llegado para encarnar al “Podemos de derechas” que reclamaban empresarios y líderes económicos nacionales como el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu.
Podemos y C's se han sabido beneficiar de la 'platocracia' y las redes sociales
En este sentido, se les considera la fuerza regeneradora del status quo. En segundo lugar, el PP les ha estado haciendo parte de la campaña con sus constantes ataques que no consiguen otra cosa que poner a los de Rivera bajo la mirada de toda España; además C’s está sabiendo usar con mucha habilidad la actitud de los populares, convirtiendo las “puyas” en eslóganes o en acciones increíblemente virales en las redes sociales.
Con todo, Ciutadans puede llegar a conseguir ser la cuarta fuerza política en el Congreso, con un 5% de los votos en toda España, y saltará a la tercera posición en Cataluña, donde podría obtener 14 - 16 escaños, según el CEO, y hasta 24, tomando la encuesta del GESOP. En la comunidad, roban votos a los socialistas, pero es del electorado del PP de donde más se nutren, con un 40% de votantes de la formación de Alícia Sánchez-Camacho que elegirían ahora a Rivera.
LA DEFENSA DEL PP
El análisis de la derrota en Andalucía que ha hecho el PP pasa por reconocer que la marca y la buena gestión, avalada por todos los indicadores económicos, no son suficientes para convencer a quienes apuestan por la renovación y el cambio en las viejas políticas, explica ABC. Así, para mantener el 44% de los ayuntamientos de España, la fuerza que lidera el Ejecutivo debe cambiar de estrategia.
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Según este medio, se apuntarán a los debates televisivos en platós de televisión, buscarán hablar de tú a tú a los electores, refrescando la comunicación con sus votantes y pretenden demostrar que el mensaje regenerador va en serio. Para rematarlo, atacarán a la formación de Rivera a base de poner de manifiesto que no está “maduro para convertirse en una alternativa”.
Para conseguir este objetivo han analizado exhaustivamente qué ha llevado a C's al éxito y las conclusiones son que hace falta una campaña más fresca, sin tanta parafernalia y grandes mítines. Emplearán todos los recursos de las redes sociales que ya están dando buenos resultados a algunos dirigentes como al balear José Ramón Bauzá que se comunica por Whatsapp con los ciudadanos desencantados con el PP. En la misma línea, se ha analizado el éxito del propio Albert Rivera, llegando a la conclusión de que se debe a su personalísimo, es decir, en fundamentar todo lo que es Ciudadanos con su persona, un hecho similar al que se ha vivido en Andalucía con Susana Díaz.
Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie
Además, el viraje de los populares se ha materializado también en el tono con el que se dirigen hacia sus rivales de centro-derecha. Para muestra, los ya citados elogios de Alfonso Alonso, quien también ha explicado que "si ellos -Ciudadanos- vienen a jugar a la política en serio, a pensar en serio en España, si plantean propuestas que entran dentro del terreno de diálogo de la centralidad del PP, en ese sentido, sí hay un actor más".
Y es que no todo es distanciamiento y plantar cara a los de Albert Rivera. Esperanza Aguirre, candidata a la alcaldía de Madrid se deshace en elogios Ciudadanos y, recientemente, afirmó tener una enorme admiración por el líder de C’s, hasta definió a este partido como una fuerza política muy respetable. "Me gustaría muchísimo que Ciudadanos estuviera en el Partido Popular. Estamos todos los que nos sentimos a la derecha de la izquierda. Ahora hay nuevos proyectos y me gustaría que todos volveríamos a converger en esa gran partido abierto a todos los que no se sienten de izquierdas”, ha llegado a declarar Aguirre, según El País.
Este tira y afloja, juego de acercamiento y ataque marcará el tono de la campaña para las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Y es que el PP sabe que, de necesitar un aliado de cara a ganar alcaldías, Ciudadanos puede ser una grandísima baza, ahora que parece que se van a cumplir las quinielas de muchos analistas políticos y Podemos va a blindar al PSOE andaluz. Y no en vano se les ha llamado la “marca blanca el PP” por parte de los medios de izquierdas como eldiario.es. Al final, no es más que recuperar la frase de Giuseppe Tomasi di Lampedusa: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. O que, al menos, lo parezca.
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