- Se estaría consensuando la medida con otras comunidades, según El Economista
- Boi Ruiz evita la reprobación por su gestión con los votos de CiU y ERC
- Casi 2500 profesionales de sanidad han perdido su puesto desde 2010
La Generalitat de Catalunya ha desmentido en declaraciones a Rac1 que esté buscando apoyo entre las comunidades autónomas para lanzar una forma de copago sanitario que grave específicamente el servicio de urgencias.
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Según publica El Economista, el proyecto del Gobierno catalán estaría muy avanzado y contempla cobrar entre 15 y 25 euros por cada usuario que acuda a urgencias. El objetivo sería, aparte de recaudar fondos para la sanidad pública catalana, desincentivar que se abusara de este servicio e invitar a que se empleara sólo si es realmente necesario. Busca reducir un 10% las visitas a urgencias.
También se trataría de derivar a los enfermos a los centros de atención primaria y evitar los colapsos de urgencias.
La Generalitat de Cataluña ha dicho que la noticia es rotundamente falsa y que en ningún caso están valorando esta medida porque, entre otras cosas, no entra dentro de sus competencias.
BOI RUIZ SUPERA LA MOCIÓN DE CENSURA CON LOS VOTOS DE CIU Y ERC
La noticia ha avivado la polémica sobre la gestion sanitaria de la comunidad, justo el día después de que el conseller de Sanitat, Boi Ruiz, superara una una moción de censura de ICV-EUiA porque su gestión al frente del Departamento de Salud ha provocado una reducción de la calidad asistencial y "la degradación de los servicios sanitarios de titularidad pública".
Durante la última sesión parlamentaria antes del descanso estival, Boi Ruiz evitó la reprobación que pedía ICV-EUiA con los votos de CiU y ERC.
2500 PUESTOS DE TRABAJO MENOS EN SANIDAD DESDE 2010
Desde 2010, las plantillas de los hospitales se han visto significativamente reducidas. En los últimos cuatro años los hospitales han recortado casi 2.500 puestos de trabajo. Según el Banco de datos de ocupación pública de la Generalitat, el Instituto Catalán de la Salud (ICS) ha perdido un 7% de su plantilla entre 2010 y 2014.
Los trabajadores de la sanidad en Cataluña han denunciado largamente que la disminución de la mano de obra coincide con la precarización laboral del colectivo: menos interinos y mayor temporalidad, lo que se traduce en salarios más bajos y contratos más inestables.
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